20 familias, miembros de la Anuc en Piojó, recibieron tierras de la ANT

Piojó, Atlántico. Uno de los anhelos de Adalberto Gómez era sembrar en su hijo Luis el amor por la tierra, como el más grande legado que podía dejarle. Por eso le enseñó el arte de la agricultura que por años ha ejercido como miembro de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia (Anuc) y, juntos, alimentaron el sueño de tener un predio propio en el que pudieran asegurar el futuro de su familia. Este viernes después de más de nueve años de espera, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) les cumplió su sueño en Piojó, Atlántico.

La ANT les entregó 213,3 hectáreas de tierra productiva a 20 familias de la Anuc. El terreno lo componen tres predios colindantes que conforman la finca La Milagrosa, situada en el corregimiento Hibácharo de Piojó, a 20 minutos del casco urbano de este municipio.

La Agencia compró estos predios para entregárselos a campesinos con vocación agrícola, como parte de la Reforma Agraria, una de las principales políticas del gobierno del presidente Gustavo Petro para contribuirle a la paz con justicia social en Colombia.

Tierra para multiplicar los sueños

De las 20 personas que representan a los beneficiarios, 11 son mujeres y 5 son madres cabezas de hogar. Una de ellas es Elianis Patiño quien, a punta de tierra prestada, como ella dice, machete, sol y sus bollos de yuca y maíz, ha sacado adelante a sus dos hijos, quienes la acompañan y le ayudan los fines de semana.

Felipe Harman, director general de la ANT, expresó: “Aquí el propietario que ha sacado adelante su finca hace un buen negocio con el Estado, a precio razonable, y al mismo tiempo esa finca que compra el Estado termina multiplicándose en oportunidades, sueños, en posibilidades de mejorar la vida de los más humildes en este país, los campesinos que no tenían tierra”.

Los beneficiarios son campesinos incansables en la lucha por la tierra y es la herencia que les quieren dejar a sus hijos: que el trabajo en el campo es motivo de orgullo y que sí se puede vivir dignamente de la agricultura.

Las familias esperaron las tierras por más de nueve años y fue el Gobierno del Cambio el que les atendió su necesidad. Su plan es ejecutar un proyecto piscícola, pues en los predios hay un lago de aproximadamente 14 hectáreas, y un proyecto de comercialización de pancoger (yuca, maíz, ahuyama).