Activa G-10 entre las asociaciones de cacao de Colombia que obtendrán la certificación FairTrade

Bogotá.  Ocho asociaciones productoras de cacao de Antioquia, Bolívar y Córdoba (Activa G-10) pertenecientes a la Agremiación Chocolate Colombia recibirán la certificación FairTrade (comercio justo), un sello que avala y es garante del cumplimiento de estrictos requisitos internacionales en términos económicos, sociales y ambientales, y el cual les será entregado por la entidad Fairtrade Labelling Organizations International (FLO) durante el 2022.

Esto será posible en el marco del programa “Cadenas Productivas Sostenibles para el Desarrollo Rural en Paz”, apoyado por la Fundación Citi a través de la Asociación Colombiana de Instituciones Microfinancieras – Asomicrofinanzas y del proyecto “Inversión de capital mixto (Blended finance) en Chocolate Colombia”, implementado por la Fundación Julio y Astrida Carrizosa – IC Fundación con recursos del Fondo Multidonante de Naciones Unidas para el Sostenimiento de la Paz.

La certificación aporta blindaje de los productos contra la caída de los precios, garantiza un precio mínimo en el mercado y estimula que este se eleve según la demanda. Así mismo, entrega a los productores una prima FairTrade para que los agricultores inviertan en la potencialización de su negocio, con el objetivo de aportar a que estos puedan generar mayores ingresos, asociarse y mejorar sus condiciones de vida.

Chocolates de mesa, oscuro y en barra son algunas de las presentaciones de los productos elaborados por estas asociaciones que serán certificadas en FairTrade.

De acuerdo con María Clara Hoyos, presidente de Asomicrofinanzas, “lograr esta certificación es abrir una puerta que suma puntos en la confianza del sector campesino productor y de las microempresas. Al ser certificados, se convierten en socios de FairTrade y tienen injerencia sobre la toma de decisiones, pueden contribuir con la estrategia, los criterios, ejercer políticas democráticas dentro de sus asociaciones y buscar el bien común. Un campesino inmerso en el sistema de comercio justo avanza paso a paso alejándose de la pobreza, logra planear sus finanzas y decidir sobre el uso equitativo de ellas para su bienestar”.

Se vincula a los jóvenes

Este proyecto tiene un enfoque en género e inclusión de juventudes que perpetúa el negocio e impulsa el relevo generacional. Históricamente este producto ha sido producido bajo condiciones desafiantes como la pobreza generalizada, la desigualdad de género, la deforestación, entre otros.

“Sin duda alguna, el fortalecimiento del agro colombiano y el desarrollo de capacidades de nuestros productores de cacao son un motor que impulsa el progreso. Por más de cinco años, Citi ha apoyado la inclusión financiera de nuestros campesinos a través de diferentes proyectos de inversión social con Asomicrofinanzas. Lograr esta certificación ratifica la importancia de seguir invirtiendo y apoyando los sistemas productivos de las poblaciones rurales de Colombia que permiten aportar al cierre de brechas de desigualdad tan marcadas en estas zonas del país”, aseguró Pablo del Valle, Citi Country Officer (CCO) en Colombia.

Los chocolates que elabora Activa G-10 tienen varios porcentajes de concentración de cacao.

Se aumentó producción

El cacao es uno de los productos que se encuentra al alza en la economía mundial. Según cifras de Fedecacao para 2021 la producción nacional llegó a las 70.205 toneladas grano, un récord nacional histórico con incremento de 9,2% respecto a 2020. Más del 15% de la producción se destina a la exportación.

Diana Rodríguez, gerente y representante legal de Chocolate Colombia nos cuenta que “a la asociación pertenecen 1268 familias en 3 departamentos y 15 municipios de base campesina. Hemos venido trabajando por más de 7 años con diferentes proyectos e instituciones. Ocho asociaciones quisieron participar y junto a ellos aumentamos los ingresos de nuestros productores, que ganan un incentivo adicional por la venta o por el valor agregado cuando la prima fairtrade se destina a la fábrica. Unirnos, ser representativos y decir que si tenemos con qué negociar es un avance. Nos gusta que nuestro productor pueda replicar el modelo y ayudar al vecino. Porque tenemos la responsabilidad de hacer bien la cosecha y la postcosecha para exigir calidad y precio”.

Para el 2022, la Fundación Citi y Asomicrofinanzas seguirán trabajando con otras dos asociaciones de cacaoteros ligadas al proyecto “Cadenas Productivas Sostenibles para el Desarrollo Rural en Paz”, para extender el beneficio, la especialización y la tecnificación del sector cacaotero nacional.