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Moñitos. Al borde de la quiebra, llenos de deudas y con toneladas de ñame guardadas sin poder comercializarse es el panorama que enfrentan los más de mil cultivadores de ñame de esta localidad costanera.

Los bajos precios en la comercialización del producto sumado a la falta de mercado tienen en un descalabro económico a los cultivadores que, entre febrero y marzo de este año, ya habían enfrentado una plaga de ratones que dañó cerca de 2 mil toneladas en toda la zona costanera.

El ñame, que en sus buenos tiempos era el ahorro familiar, hoy se ha convertido en una pesadilla. Aunque no hay una cifra concreta de las toneladas del producto represadas, según lo que explicó el concejal Gilberto Arrieta, se estima que hay cerca de 17 mil, si se tiene en cuenta que solo en el corregimiento de Bajo Limón se habla de unas 7 mil toneladas.

Caída del precio

El 2020, pese a la pandemia por el Covid-19, la venta de ñame fue la salvación para muchas familias de esta localidad. El tubérculo se comercializó a muy buen precio, por lo que muchos tenían la esperanza de que este año fuera igual, pero resultó que no.

Mientras el año pasado el quintal del ñame diamante se logró vender a 90 mil pesos, hoy esa misma cantidad solo alcanza un precio de 25 mil pesos. El ñame criollo que se logró comercializar en 130 mil en 2020, este año solo llegó a 35 mil pesos el quintal. Y el ñame espino que alcanzó los 200 mil pesos por quintal, este año solo se vendió a 60 mil pesos.

El precio del plátano no se queda atrás, hoy un ciento de este producto esencial en la canasta familiar cordobesa cuesta 27 mil pesos.

“El campesino se quebró, la pregunta es: ¿La reactivación económica que anuncia el gobierno nacional ha sido para quién? Si el campesino sigue mal”, agregó Arrieta.

Y es que al momento de sacar cuentas, las cifras de los campesinos no dan. Lo anterior, teniendo en cuenta que el precio de los insumos están por las nubes y los del producto por el subsuelo.

Según el campesinado, el bulto de urea, uno de los fertilizantes necesarios para el cultico cuesta 115 mil pesos y para sembrar una hectárea se requieren entre tres o cuatro bultos. Eso sumado a otros componentes necesarios llevan a un gasto de hasta un millón 400 mil pesos, sin incluir la mano de obra.

Gilberto Arrieta, concejal de Moñitos.

“Las políticas del Estado están aburriendo al campesino para que deje el campo y se vaya”, afirmó el concejal Arrieta.

El clima también en contra

A todo el panorama desalentador se suma el hecho de que el clima tampoco ha favorecido las cosechas en esta zona del departamento.

“A la crisis se agrega que desde hace un mes no llueve en la zona, el cambio climático otro gran enemigo. En el campo no se respiran buenos vientos, se está muriendo el ñame, el suelo está demasiado seco”, concluyó Arrieta.

Erasmo Zuleta, congresista de Córdoba.

Pero al reclamo del concejal costanero se unió un pronunciamiento que hizo ayer el representante cordobés, Erasmo Zuleta Bechara, quien sobre el desalentador panorama afirmó: “Nuestra tierra cordobesa tiene muchas bondades, tierra fértil y productiva. Campesinos de la zona costanera necesitan apoyo para que sus cultivos de ñame no se pierdan. Urgente medidas para aliviar esta problemática que, año tras año, afecta a nuestros campesinos”.

Los cordobeses están a la espera del pronunciamiento oficial, por parte del ministro de Agricultura, Rodolfo Zea Navarro, quien también es de origen cordobés.

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