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ExSecretario de Cultura de Buenavista. Gestor cultural.

Por Oscar Melendres Garcés

Dicen por ahí que quien no tiene problemas es porque vive en El Paraíso. Pero esa afirmación es falsa. Los problemas son inherentes a la vida del hombre independientemente al lugar en el que decida vivir.

Lo que sí puedo afirmar y de forma categórica es que quienes habitan en el corregimiento El Paraíso, del municipio de Buenavista Córdoba, han demostrado ser las personas más pacíficas del territorio municipal.

Esta afirmación la fundamento en las estadísticas de criminalidad que registran las autoridades. El corregimiento El Paraíso tiene un registro de cero víctimas mortales a causa de la violencia, aún en los tiempos en que esta recrudeció por todos los demás sectores de Buenavista.

El Paraíso es un corregimiento que está ubicado aproximadamente a diez kilómetros de la cabecera urbana. Sus suelos son utilizados, en su gran mayoría, para pastar ganado y en menor escala para cultivos de pan coger y hortalizas.

Una particularidad que hace diferencia en esta comunidad es que los propietarios de la tierra en un alto porcentaje son nativos.

El Paraíso es la tierra de los Rubio, los Luna, los Peña y los Jiménez, algunos de los apellidos más sobresalientes en esta villa de casas construidas de manera tradicional, razón que hace nutrir de paz y tranquilidad la presencia del visitante. Esa Paz y esa tranquilidad es el reflejo de la hermandad con la que las familias de este entorno han podido convivir alejados de los conflictos.

Este poblado refleja, además, la verdadera ruralidad. Sus caminos hacia otras comunidades se tejen entre sí semejando el trenzado que han podido construir alrededor de la amistad los antiguos pobladores, convirtiéndose ésta, quizá, en el principal legado que dejarán a las nuevas generaciones.

Es muy agradable visitar al Paraíso y entablar conversaciones que deberían no tener fin con amigos como Miguel Peña, Lucas, ramos, ‘El Cocho’ Félix Peña, El Mocho Jiménez, Edgar Otero y otros personajes que han contribuido a mantener la sana convivencia entre sus paisanos.

Campo Solo y El Canime son veredas que pertenecen a este corregimiento. A ellas se puede acceder de manera fácil y con la certeza de que en sus entornos solamente se va a encontrar personas nobles, trabajadoras, amantes de las sanas costumbres y entregadas a las labores del campo.

El primero de enero es la fecha en la que el corregimiento de El Paraíso realiza sus fiestas tradicionales. A ellas confluyen personas de los corregimientos y las veredas cercanas a demás de habitantes de la zona urbana.

Estas fiestas se convierten en escenario para riñas de gallos, carreras de caballos, fandango y baile amenizado por potentes máquinas de sonido que elevan el fervor popular.

Aunque haya problemas, aunque la tierra no dé frutos, aunque afronten tiempos de pandemia, aunque el futuro sea incierto, aunque demoren en llegar las inversiones, aunque lleven tiempos sin celebrar sus fiestas…aunque todo pase… ellos son felices viviendo en El Paraíso.

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