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Oscar Melendres Garcés

El silencio de la mañana se prolongó hasta bien entradas las horas del día. Los habitantes del pueblo en su gran mayoría habían permanecido hasta altas horas de la madrugada en la plaza San José a ritmo de Mapalé, pues se celebraba en ese lugar la final del Festival de este género musical y dancístico, el cual, para esas épocas ya congregaba multitudes.

Al interior de una antigua casa que perteneció a la desaparecida Elodia Navarro, todos quedamos atónitos al ver como desenfundaba de su dedo el anillo matrimonial y despojaba de su cuello una cadena revestida en oro para que fueran llevadas a una casa de empeño, pues la organización del festival había quedado con deudas por pagar y esa era la única alternativa para saldar la deuda.

Al año siguiente lo vi que con un prestamista del pueblo adelantó dos meses de sueldo a intereses de por medio. El objetivo esta vez era tener un poco de dinero para las actividades previas y preparatorias de la nueva versión del festival de Mapalé.

Durante varios años lo vi hacer cosas inusitadas en favor de este certamen que se consolidaba como un evento que a la postre alcanzara importantes reconocimientos en el orden departamental y nacional.

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Oscar Melendres y William Tapia Espitia.

Su línea de teléfono fijo fue el número de contacto del certamen, cuando llegaron los celulares su celular fue el celular del evento y cuando hubo los emails el suyo fue el email del que salían todas las comunicaciones, invitaciones y solicitudes a nombre de Corpomapalé.

Varios años después su casa en el barrio Tres de Enero, se convirtió en la casa del Festival. La sala de ese domicilio fue la oficina principal de la organización y su cocina estaba presta para preparar el café de la una de la mañana en las largas jornadas de preparación de cada versión que se realizaba del festival. Tantas anécdotas en esa casa, que por ahí estoy a la espera del libro que su esposa anunció escribir.

Él, es el mismo que sorprendió a todos cuando un alcalde dijo que ese año no habría festival porque la administración no lo iba a apoyar económicamente. Su respuesta fue contundente: “En Buenavista podrá no haber Navidad, pero festival de Mapalé si hay”. Y hubo festival ese año.

Llegamos a la versión 23 del Festival Nacional de Mapalé y Música Folclórica. Buenavista se prepara para vivir su máxima fiesta cultural y Corpomapalé ha acogido de la mejor manera la propuesta realizada por el alcalde Municipal, Félix Gutiérrez Córdoba, la cual consiste en rendir homenaje a un hombre que desde su llegada a este pueblo se identificó con la realización del certamen y decidió hacer parte de la organización y desde allí demostrar su infinito amor por esta tierra corazón del San Jorge.

William Cesar Tapia Espitia, el monteriano más buenavistero, el hombre que encarna el verdadero sentir de la identidad cultural de esta tierra a través de un tambor cuando suena a ritmo de Mapalé y de una pareja bailando en la tarima del barrio San José.

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1 COMENTARIOS

  1. Me alegra mucho escuchar tan placenteras palabras de mi gran amigo y profesor William tapias

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