El sacha inchi de gran diversidad de uso, abono orgánico, alimento y cosmetología

Montería, Córdoba. El sacha inchi que entró desde Perú por el sur de Colombia es hoy una semilla que ha llegado a diferentes escenarios. Uno de ellos es el Urabá Antioqueño. Allí la empresa Alimentos Naturales del Abibe ha buscado darle valor agregado a dicha semilla haciendo transformaciones en diferentes líneas y con ello incentivar el cultivo de esta en esa zona de Antioquia.

Aunque comenzaron con el aceite, hoy la diversificación de las transformaciones pasa por productos para el consumo humano, para el cuidado personal y también para el suelo con la elaboración de abonos orgánicos. “Es una transformación integral lo que hacemos”, asegura Carlos Álvarez Pulgarín, jefe de producción en la planta de Alimentos Naturales del Abibe con sede en Apartadó.

“En la primera etapa descascaramos el sacha inchi que es como una cáscara de anís. Con la cáscara hacemos abono orgánico y con la almendra hacemos extracción de aceite extravirgen con fines gastronómicos y de la torta resultante de ese proceso hacemos harina con la que fabricamos pancakes y wafles con alta fuente proteínica. También hacemos el chimichurri premium con fórmula campesina, con la ventaja que el aceite que se le agrega es el de sacha inchi que te brinda un sabor organoléptico porque potencializa el sabor de las especias. También hacemos aceites para mascotas”, explica Álvarez Pulgarín sobre todo el proceso de transformación que hacen de la semilla de sacha inchi.

En Alimentos Naturales del Abibe le sacan el máximo provecho a la semilla de sacha inchi como cuenta Carlos Álvarez Pulgarín.

La empresa que tiene tres años de constituida ha tenido acogida sobre todo en tiendas saludables de Apartadó y el Urabá, igualmente sus productos también llegan a Bogotá, Medellín y Cali. Su participación en la Feria Ambiental y de Negocios Verdes, Biosinú, en Montería les planteó la conveniencia de abrir una tienda de distribución en la capital cordobesa.

Cultivos

Carlos Álvarez reconoce que en el Urabá no había cultura para el consumo del sacha inchi y sus productos, pero poco a poco han ido enseñando a la población sobre los beneficios de la semilla.

La empresa tiene 5 hectáreas de sacha inchi sembrado, y tienen cuatro productores que les proveen de materia prima cada 20 días en fechas diferentes, pero dado el crecimiento del mercado será necesario tener otros proveedores de la semilla.

El sacha inchi es una planta que produce todo el año, pero con picos altos y bajos.