El paro armado golpeó la economía ganadera de cuatro departamentos de la Costa y parte de Antioquia
Bogotá. Sin duda alguna quienes más sufrieron con la parálisis del aparato productivo ganadero, por cuenta del paro armado, en cuatro departamentos de la Costa Caribe (Bolívar, Córdoba, Magdalena y Sucre) y varios territorios de Antioquia, fueron los pequeños productores.
Ellos son los que más sienten cualquier variación que se presente en el acopio de leche o en la venta de sus animales.
De acuerdo con la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán, en Córdoba más de 60.000 personas que dependen del trabajo rural se vieron afectadas porque se prohibió salir a trabajar. Más de 7000 reses y de 4 millones de litros de leche no se pudieron comercializar, con pérdidas superiores a los 20.000 millones de pesos.
En Antioquia las pérdidas son inmensas: se dejaron de transar cerca de 6500 bovinos, 3000 de ellos en la Feria de Medellín, junto con 1000 porcinos, y solo en el occidente del departamento, Colanta dejó de acopiar cerca de 200.000 litros de leche en dos días.
En Atlántico, Magdalena y Bolívar la comercialización de ganado también se paralizó y se dejaron de acopiar cerca de 1.500.000 litros de leche, con pérdidas que se estiman en más de 22.000 millones de pesos.
Tragedia
“Una verdadera tragedia, sobre todo porque afecta más a los pequeños ganaderos, en un momento en que la ganadería de leche, sobre todo, enfrenta una nueva crisis, porque ya superamos la violencia sanitaria de la pandemia y la de la naturaleza, con un invierno desastroso en medio país y un verano devastador en la altillanura; superamos la violencia del paro nacional, la de los precios de los insumos por la crisis de los contenedores y la guerra de Ucrania, y ahora tuvimos que enfrentar el paro armado”, manifestó José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de Fedegán.
Para Lafaurie Rivera, la violencia volvió a ser un factor de riesgo para la vida y la producción rural.
La ganadería pide auxilio, al Gobierno y a la Fuerza Pública frente a la inseguridad, y a los ministerios competentes, para apoyar la recuperación tras los desastres climáticos y ganar la guerra contra los altos costos. Mientras tanto, concluyó el presidente de Fedegán, la ganadería no se detiene ni se detendrá en la noble labor de llevar carne y leche a la mesa de los colombianos.
Lafaurie Rivera, rechazó la escalada de violencia en las regiones con presencia del Clan del Golfo por la extradición de su jefe ‘Otoniel’, y pidió mayor presencia, pero, sobre todo, “permanencia” de la Fuerza Pública en esas regiones, porque -reiteró el dirigente gremial- “en el campo, el terror también se queda cuando el Ejército se va”.
Los números de Córdoba
En Córdoba, no se permitió laborar a nadie en los campos, lo que generó una crisis de ingresos de recursos a la mano de obra (más de 60 mil personas que dependen indirectamente del sector).
Mas de 7 mil reses no se pudieron comercializar en las subastas del departamento, generando pérdidas para el sector superiores a los 13 mil millones de pesos.
Se afectaron coliseos de Sucre y Urabá, norte de Antioquia, quedando un número importante de animales represados en las subastas por falta de trasporte, que tuvieron que ser alimentados con silos y heno.
No se pudieron comercializar cerca de 4 millones de litros de leche, con pérdidas superiores a los 7 mil millones de pesos. Comercializadores informales fueron atacados, les quemaron vehículos y fueron víctimas de golpes y amenazas.
9.900 reses se dejaron de vender en las subastas que tenían eventos los días jueves, viernes y sábados, ubicadas en Córdoba, Sucre y norte de Antioquia.
Se dejaron de hacer operaciones por el orden de los $ 19.305.000.000 y unas 3.672 reses represadas hasta el día 9 de mayo, que iniciaron a salir con mucho temor (este dato corresponde solo a subastas).