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Por Óscar Melendres Garcés.
Sin campo no hay ciudad. Sorprende la manera en la que, con el paso de los años, se ha perdido la bonita costumbre de hacer reconocimiento que antaño los territorios hacían a hombres y mujeres que dedican su vida a hacer parir la tierra.

La conmemoración del Día del Campesino es una costumbre que debe mantenerse en el tiempo. No podemos ignorar que nuestros habitantes de la zona rural nos proporcionan el abastecimiento alimenticio diario y como si fuera poco son parte esencial de nuestra sociedad.

Nuestros campos están habitados, indudablemente, por personas auténticas, sinceras, espontáneas y sobre todo, trabajadoras. Personas que bañan la tierra con su sudor, personas que con su trabajo le imprimen dinamismo a la economía de los pueblos y que poseen incalculables conocimientos sobre el entorno natural que habitan.

Frutas, verduras, hortalizas, leche, carnes, huevos, pescado, tubérculos, pieles, néctares, pulpas, conservación de tradiciones, prácticas ancestrales, conocimientos antiguos, relación con la naturaleza, cambios climáticos y muchos aspectos más, encontramos en este grueso de habitantes de nuestras comunidades; habitantes que muchas veces pasan inadvertidos y en múltiples ocasiones son tratados de manera inadecuada.

Es poseedor, nuestro campesino, de una inteligencia que nace con él, que deslumbra al más grande de los incautos, que da soluciones, que aporta a la superación de crisis y que guarda con modestia.

Mirar hacia el campo siempre será la mejor alternativa que tendrán los gobernantes. Indudablemente invertir en mejorar las condiciones para producción pecuaria, agrícola, piscícola, porcícola y ambiental será una apuesta que garantizará una mejor calidad de vida tanto en el campo como en los centros urbanos.

Cada día es más difícil la permanencia del campesino en su hábitat. Es notoria la pérdida de interés del joven campesino por quedarse en la tierrita. Con el paso de los años, se han perdido los atractivos que motiven la realización de sus vidas en el entorno que habitaron sus generaciones anteriores.

Pienso que se debe en gran parte a la ausencia de la oferta del Estado; creo se debe trabajar en procura que a nuestros territorios rurales llegue una oferta gubernamental que sea integral, que promueva la motivación a quedarse a partir de programas de educación superior afines a la vocación regional, acceso ágil y fácil a las cadenas de valor que se dinamizan y garantizan rentabilidad a partir de la comercialización de sus productos, acceso a servicios públicos de calidad y no olvidar que es importante conmemorar el día del campesino.

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1 COMENTARIOS

  1. Es muy interesante lo que escribiste sobre los campesinos, pero es más importante darle la importancia y el valor; hay que darle igualdad de educación, tecnología y herramientas en mi época nos vieron como campesinos expresarnos mal, con mala educación y como estorbo solo se servía para dar el voto al campesino se le trata mal en la registraduria del pueblo en la alcaldia en el camu en el colegio por el solo hecho de ser del campo por eso nunca me quise quedar en el campo depronto eso es lo que ha disminuido las ganas de ser campesinos hay que tener en cuenta para próximos proyectos enseñar más para que no sigan siendo excluidos de la sociedad porque buenavista si que tiene ese problema con todos los que le prestan atención a este grupo en la sociedad. (campesinos)

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