Ciénaga de Oro. La acogida de la comunidad de Berástegui a la venta de los productos que llevaron las organizaciones Azograzo, Asproagrovictoria, Asoproasan y Asproaber en el primer Mercado Campesino que hacen juntos los tiene entusiasmados de seguir haciéndolo. Ya tienen en su mente de hacerlo cada 15 días.
Por primera vez, estas cuatro organizaciones que son relativamente jóvenes en su creación, se unieron y llevaron una tonelada de productos entre otros, berenjena, ají dulce, habichuela, coco, plátano, pepino, fríjol, ahuyama, guayaba, piña, ñame, yuca para comercializar en la zona urbana de su corregimiento.
“Nos compraron casi todo, solo nos trajimos de regreso unas cuantas berenjenas. La comunidad nos acogió bien, nos respondió bien, estaban contentos porque tenían productos frescos, de buena calidad y a buen precio. Incluso nos dijeron que por qué no lo hacíamos semanalmente”, manifiesta al portal En Nuestro Campo, Carmen Mestra, representante legal de la Asociación de Productores de Berástegui (Asproaber).
Por compromisos previamente adquiridos con las organizaciones que los apoyan como Fundación Grupo Bios, Fundación Saldarriaga Concha no podrán hacer un segundo Mercado Campesino este mes de septiembre, pero sí lo harán el 2 de octubre.
Los campesinos de la zona rural de Berástegui lograron vender la mayoría de los productos que llevaron al parque central del corregimiento.
Ampliaron horizontes
Pero el horizonte de comercialización de sus productos para estas cuatro organizaciones no solo está en Berástegui, también han volado a otros territorios y a otras organizaciones comerciales con capacidad de comprarles mayor cantidad. El asunto es que todavía no están preparados para vender grandes volúmenes de manera permanente, reconoce Carmen Mestra.
Por ello, en ese despertar que han tenido de hasta dónde pueden llegar con sus productores las organizaciones decidieron sembrar al mismo tiempo para poder tener un volumen que puedan ofrecer a los varios clientes que ya les han salido en la rueda de negocios en la que estuvieron presentes en Sincelejo y en otros mercados como el de Cereté.
“Decidimos que entre el 15 y 20 de septiembre sembraremos los productos que ya tenemos caracterizados pepino, ají, habichuela y berenjena, para que cuando los recojamos podamos tener un buen volumen”, explica Carmen Mestra quien no escatima en palabras para reconocer el bien que a sus comunidades le han hecho la Fundación Grupo Bios, Fundación Saldarriaga Concha y la Corporación PBA.
Las dos primeras que aportan sus recursos para que la tercera esté en el campo capacitándolos.
“Nosotros en el mismo pueblo no nos conocíamos. La llegada en 2017 de la Fundación Grupo Bios ha sido una bendición para nosotros. Ahora somos una familia más grande, nos hemos enriquecido personalmente, en nuestra manera de pensar, estábamos desperdiciando la tierra, no sabíamos qué sembrar ni cómo hacerlo, ahora toda la familia está integrada alrededor del cultivo tanto en los patios productivos como en las huertas comunitarias”, afirma entusiasta Carmen Mestra.
Las cuatro organizaciones estaban metidas solamente en la siembra de hortalizas pero a raíz de la pandemia han mirado otras opciones, con la venia de las organizaciones que los apoyan, el próximo año sembrarán maíz, pero será maíz híbrido porque ellos están preparados para que en sus cultivos no se utilicen agroquímicos.
A ese producto le meterán todas sus fuerzas, -sin descuidar las hortalizas-, más porque ya tienen comprador para las 5 hectáreas que han proyectado sembrar cada una de las organizaciones. Es decir, sembrarán 20 hectáreas de maíz en 2022.
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