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Foto: WWF-FZS

Belém do Pará, Brasil. La declaración firmada por los gobiernos de los ocho países amazónicos trae un importante mensaje político: debemos actuar ahora para evitar que el bioma alcance el punto de no retorno. La ciencia ya ha demostrado que estamos peligrosamente cerca de alcanzar ese punto: si continuamos perdiendo los bosques y otros ecosistemas de la región en el ritmo actual, en menos de 10 años la selva puede entrar en un proceso de degradación irreversible, que tendría severas consecuencias económicas y sociales para toda América Latina y el mundo.

WWF reconoce la importancia de esta declaración como un momento político a favor de la Amazonía. Los mandatarios de los países de la región están escuchando el mensaje de urgencia y han entendido el llamado de la sociedad: la Amazonía está en peligro y no tenemos mucho tiempo para actuar. El hecho de que los jefes de Estado se hayan reunido para discutir cómo evitar el punto de no retorno es para ser conmemorado.

Sin embargo, WWF recalca la importancia de reconocer el rol de la ciencia y la necesidad de avanzar en conjunto hacia la definición de una meta específica en los próximos meses para acabar con la deforestación en la región aprovechando los espacios internacionales. Brasil y Colombia se han comprometido a detener la deforestación para 2030, pero esa meta no fue acogida por los demás países. Los presidentes decidieron crear una “Alianza Amazónica de Combate a la Deforestación”, pero no acordaron una meta unificada entre los países, lo cual es imperante para evitar el punto de no retorno.

Trabajar articuladamente

En el texto, los gobiernos de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela acuerdan “trabajar articuladamente en la implementación de acciones para la erradicación de la explotación ilícita de minerales y delitos conexos, incluso el lavado de activos”. Esa es una medida necesaria y urgente.

Estudios recientes demuestran que gran parte de la población amazónica, incluyendo los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales, pero también los que viven en las zonas urbanas, está expuesta a la contaminación del mercurio. Es necesario, por lo tanto, que sean adoptadas políticas y mecanismos transnacionales de prevención, regulación, control, alertas, respuesta y remediación de crímenes ambientales y otras actividades ilícitas, entre ellas la minería ilegal de oro.

Un punto a destacar en la declaración es el acuerdo para fortalecer la OTCA (Organización del Tratado de Cooperación Amazónica) como institución clave para la articulación y cooperación para el desarrollo sostenible en la región. WWF ve con optimismo esa decisión, pues no será posible llevar adelante la agenda de implementación de esta cumbre sin un organismo más ágil y políticamente respaldado.

Mejorar garantía de derechos territoriales

El texto reconoce el derecho al territorio de los pueblos indígenas y comunidades locales, exhortando a los países a avanzar con la demarcación, titulación y protección de sus territorios, que prestan inmensos servicios ecosistémicos a toda la sociedad. Ellos son los verdaderos guardianes de la Amazonía, su involucramiento en el desarrollo de una economía sostenible es de fundamental importancia para la región, con su riqueza cultural y conocimientos ancestrales.

Es importante que los gobiernos fortalezcan su compromiso con armonizar las legislaciones nacionales y mejorar la garantía de los derechos territoriales en los países donde todavía no se ha desarrollado.

Además, se debe dar un mayor reconocimiento al importante rol de las áreas protegidas y a la definición de acciones comunes para su expansión y manejo efectivo, así como el fortalecimiento de otras medidas de conservación -incluyendo los territorios indígenas-, los enfoques integrales de paisaje y la conectividad ecosistémica y cultural, para garantizar la conservación del 80% de la Amazonía.

Establecer plan de acción

En los próximos meses, la OTCA, ya reforzada, deberá trabajar en un plan de acción, con fechas, metas y recursos definidos para poner en práctica los acuerdos de esta Cumbre. Los esfuerzos de la OTCA deberán ser integrados en los compromisos de la agenda internacional en los diversos procesos multilaterales a futuro. Las organizaciones de la sociedad, incluyendo WWF, estarán listas para ayudar en lo que sea posible, pues el reto de evitar el punto de no retorno es de todos nosotros y es ahora. Solo juntos será posible.

Ximena Barrera, directora de Relaciones de Gobierno y Asuntos Internacionales de WWF Colombia, dice:

“La coincidencia entre los jefes de Estado sobre la necesidad urgente de actuar para detener el punto de inflexión amazónico, como prioridad regional y global, reafirma la voluntad de fortalecer la cooperación regional para enfrentar la crisis climática y de biodiversidad; este fue uno de los logros destacables de la Cumbre.

Lo anterior viene respaldado a través del fortalecimiento de la OTCA, institución que será clave para responder articuladamente a este momento apremiante y esencial en la lucha contra la deforestación y la minería ilegal, dos de las mayores amenazas para la Amazonía, así como para el reconocimiento de las áreas protegidas y territorios indígenas. Es necesario avanzar en los próximos espacios internacionales y definir una meta unificada para detener la pérdida de nuestros bosques, con base en el compromiso claro de Colombia y Brasil para el 2030. El objetivo común debe ser conservar el 80% de la Amazonía, una meta compartida que busca evitar el punto de no retorno y que subraya la importancia de reconocer y proteger las áreas protegidas y los territorios indígenas”.

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