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Bogotá. La Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce) insta al Gobierno Nacional y a los representantes de los transportadores y camioneros a llegar a acuerdos que favorezcan las partes, y den fin al paro, el cual ya está causando un desabastecimiento de alimentos a lo largo de todo el país, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de millones de colombianos.

Este panorama coincide con la salida de las cosechas de maíz y soya del primer semestre del año, que se da en los meses de agosto y septiembre, y con la preparación de suelos para las siembras del segundo semestre, entre septiembre y octubre. En este sentido, los productores están en plena recolección de estos productos, y se necesitan insumos como fertilizantes y agroquímicos para las próximas siembras.

Particularmente en el caso de la soya, cuya recolección se realiza en la Altillanura, es urgente transportar el producto hacia el interior del país. Esta necesidad se ve agravada por la limitada y deficiente infraestructura de almacenamiento y secado existente, lo que aumenta el riesgo de pérdidas significativas. Por ello, se requiere una solución inmediata que permita movilizar la cosecha y cumplir con los compromisos comerciales ya establecidos.

La difícil situación de la Altillanura

“La región que presenta una mayor afectación es la Altillanura, teniendo en cuenta que aún falta el 20% por recolectar, ya existen contratos de comercialización que se deben cumplir y ⁠empieza a escasear el combustible para el transporte, tractores y cosechadoras. Además, esto impactará en un alza en los fletes a centros de procesamiento de la soya”, afirma Henry Vanegas Angarita, gerente general de Fenalce.

Henry Vanegas.

En esta zona del país se registran cierres en varios puntos de la vía Bogotá a Villavicencio, en la vía antigua a Bogotá, en la salida de Villavicencio hacia Puerto López, en Puerto López y en el puente Manacacías en Puerto Gaitán, que comunica con la mayor zona de producción, lo que ha llevado a que no se encuentren vehículos disponibles para el despacho de granos, afectando el envío de soya, y generando retrasos en las entregas previamente programados, lo que a su vez, genera demoras en los pagos a los agricultores por sus cosechas.

Por otra parte, las empresas que suministran gas para las plantas de secado no han podido abastecerse poniendo en riesgo labores de poscosecha, y ante la escasez de combustible, ya se dificulta el manejo de la maquinaria agrícola necesaria para la cosecha de soya y la siembra de maíz (tractores y cosechadoras).

Córdoba y Valle del Cauca cosechando el maíz

En cuanto al maíz, los departamentos de Córdoba y Valle del Cauca están en plena cosecha, por tanto, apremia la necesidad de llevar este producto a sus principales destinos, respondiendo a las necesidades ya establecidas de comercialización, sin perder el producto.

Es importante considerar que, en Córdoba, donde la cosecha está avanzando, no se cuenta con capacidad de almacenamiento de toda la producción y por costumbre despachan el producto húmedo desde las fincas al centro de consumo principal en Antioquia; ahora bien, ante la imposibilidad de transportar estos granos, estamos ante el inminente riesgo de afectar su calidad y precio, lo que sin duda, generará pérdidas económicas para los agricultores.

“Las actividades de cosecha continúan, y en las vías se encuentran camiones con maíz destinados a las secadoras. Las restricciones de movilidad han generado un aumento en los costos de fletes. Y, por otra parte, las compras de grano cordobés, programadas para esta semana con destino a Medellín, Rionegro y Barranquilla, se han cancelado por falta de muleros disponibles para viajar”, indicó el gerente general de Fenalce.

Se suma a esta preocupante coyuntura que afecta a los productores nacionales, la caída de los precios internacionales, que cayeron alrededor de un 20% entre junio de 2023 y junio de 2024 afectando los precios de comercialización en el mercado interno, los altos costos del crédito, de los fletes y de los combustibles.

Los maiceros de Córdoba se ven afectados con el paro de los transportadores porque no hay mulas que lleven el producto a Medellín, como estaba programado con las empresas que lo adquirieron.

Otras afectaciones por el paro de transportadores

 

Tolima: no se está realizando comercialización de maíz o fríjol. La cosecha de maíz ya ha finalizado y la de frijol avanza en un 80%.

Bogotá – Corabastos: en el contexto del paro camionero, los precios del maíz se mantienen estables debido a los inventarios disponibles de los comercializadores. Sin embargo, no están ingresando vehículos con mercancía a la plaza. Se tienen negociaciones de maíz provenientes de Casanare y Meta, pero los envíos se han detenido.

La semana pasada, los fletes desde Casanare estaban en $130.000 por tonelada, pero actualmente no hay certeza de los precios. Los comerciantes estiman que el precio del maíz aumentará en la medida en que se agoten los inventarios.

En cuanto a los cereales y leguminosas frescas, la situación es más crítica, la arveja proveniente de Ipiales no ha podido llegar a la plaza, y los inventarios son bajos y la calidad es regular al ser un producto que se comercializa fresco y no seco. Esto ha llevado a que los precios se negocien al doble de la cotización previa y se estima un desabastecimiento para finales de la semana si el paro persiste.

Nariño produce el 43% de la arveja que se comercializa en el país, despachando diariamente entre 60 y 80 toneladas. Si cada tonelada tiene un valor estimado de unos 3,5 millones de pesos, la pérdida en estos cuatro días de paro está cerca de los mil millones de pesos.

En el caso del fríjol seco, el miércoles no llegó mercancía a la plaza y ya se empieza a especular con un aumento en el precio. Además, el acceso a la plaza está obstruido por camiones y grúas.

Meta Piedemonte: las vías de Villavicencio están restringidas debido al paro de transportadores, afectando el tránsito desde Granada hacia Bogotá, Puerto López, Restrepo y Acacías. En el momento de cierre de estas vías había vehículos cargados con alimentos, lo que ha generado gran preocupación por posibles pérdidas de productos.

Ya hay desabastecimiento de combustible y víveres. Se registran largas filas en las estaciones de servicio debido a la alta demanda de conductores de motos y carros, así como de agricultores que buscaban asegurarse combustible para la maquinaria agrícola. Hasta el momento, hay movilidad hacia los municipios de Vista Hermosa, San Juan de Arama, Fuente de Oro y San José del Guaviare.

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