Tuchín trabaja relevo generacional para elaboración del sombrero vueltiao y otras artesanías

Montería. El reconocimiento que ha conseguido el sombrero vueltiao de la etnia zenú a nivel mundial es indiscutible. Más ahora que fue declarado por el Parlamento Andino como referente cultural, material y artesanal de la región Andina.

Por fortuna, manos jóvenes se preparan para seguir tejiendo esta prenda que representa a Colombia y es de gran acogida a nivel mundial.

La Institución Educativa Técnica Álvaro Ulcué Chocué de Tuchín tiene protagonismo en ese relevo generacional de manos tejedoras del sombrero vueltiao y otras artesanías.

Recientemente, representantes de esa nueva generación que se está preparando para seguir elaborando el sombrero estuvo en Montería participando en la Feria Emprende Rural del Sena. Todo lo que trajeron son artesanías elaboradas por estudiantes de esta institución que es técnica y que tiene entre sus áreas de trabajo Artesanías.

Este recordatorio identificado como MAE surgió de los estudiantes quienes se encargan de elaborarlo.

Ese trabajo no es nuevo, llevan 35 años en eso, según le contó al portal En Nuestro Campo, Bianica Estella Humánez Petro, docente del área de Artesanías. Sin embargo, hay un elemento nuevo en esta labor. Antes los trabajos que hacían los estudiantes se quedaban en el aula, solo admirados por quienes compartían espacios con los jóvenes artesanos.

Hoy, la cosa es diferente. Más ojos están puestos en su trabajo y lo mejor, muchos están dispuestos a pagar por ellos.

“En Tuchín se respira artesanía, los niños desde que están siendo amamantados por sus madres están en ese ambiente de tejeduría. Muchos papás enseñan a sus hijos el arte de trenzar, lo que nosotros hacemos en la Institución es que ellos sigan con esas destrezas, pero que la misma trascienda, que trascienda la cultura, que la conozcan, que valoren ese legado cultural y estén dispuestos a mantenerlo”, manifiesta con emoción Bianica Humánez Petro.

Los estudiantes siempre están innovando para atraer a sus clientes.

Y las artesanías han trascendido el aula de clase porque la Institución también tiene una asignatura que se llama Proyectos en la se le inculca la mentalidad emprendedora a los estudiantes, en especial, a los que están en los últimos años.

En la Institución se realizan todos los procesos que llevan a la elaboración del sombrero y otras artesanías de caña flecha. Justamente se comienza desde el cultivo de la planta que corre por cuenta de los estudiantes que se enfocan en la modalidad socio-ambiental, agroecológica.  Es decir, allí se cultiva la caña flecha con la que los estudiantes elaboran sus productos.

“En la Institución se saca la fibra, ellos trenzan y luego se comercializan sus productos en feria, pero también por internet, por redes sociales. También están vinculados a una asociación artesanal que vende por comisión. Estos eventos son importantes para ellos porque aprenden a comercializar, a atender una vitrina artesanal, a trabajar con sus clientes”, agrega la docente.

La experiencia recogida en todos estos años en los que los nuevos artesanos muestran sus productos ya ha tenido resultados positivos porque algunos cuando salen del colegio ya tienen su microempresa montada, poniendo en práctica lo que aprenden en la asignatura de Proyectos, porque para graduarse, como requisito, les corresponde desarrollar un proyecto tanto los que están en el área artesanal como los que se inclinan por el área agroecológica.

Con su iniciativa del área de Proyectos, Norvey Flórez Padilla y Luisa Fernando Pérez Castillo, esperan dejar un camino más expedito para los jóvenes artesanos que los siguen.

Norvey Flórez Padilla y Luisa Fernando Pérez Castillo, son dos de esos nuevos jóvenes artesanos, que con su proyecto “Jóvenes artesanos preparando futuro”, aseguran que quieren dejar el camino allanado para que las nuevas generaciones tengan un futuro en la artesanía. Es decir, jóvenes preparando el camino de los que le siguen de cerca.

MAE

Una muestra del trabajo de calidad que realizan los estudiantes es el recordatorio que se armaron  y que denominaron MAE, que es un término de la idiosincrasia del Caribe que hace referencia a madre, que está en constante protección de los suyos.

Es un producto artesanal elaborado a mano por estudiantes indígenas zenúes de la Institución Educativa Álvaro Ulcué Chocué de Tuchín, con la técnica de la tejeduría Zenú, a base de caña flecha y napa, que también es otro producto artesanal elaborado con la palma de iraca.