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Montería, Córdoba. En momentos en que todavía las actividades agropecuarias, en especial la agrícola sufre con los altos precios de fertilizantes como la urea, es cuando se voltea a mirar a los bioinsumos.

En el proceso de reconversión de la agricultura y la ganadería hacia sistemas sostenibles, competitivos y adaptados al cambio climático, la ministra de Agricultura, Cecilia López Montaño, ha dicho que se apoyará la producción de bioinsumos.

En las nuevas exigencias del mundo por una producción sostenible, entran en juego productos fertilizantes como los que se obtienen a partir de la lombriz roja californiana, la cual no es nueva; en Córdoba se ha venido trabajando silenciosamente el tema.

Hoy referenciamos uno, que de acuerdo con lo que expresa su creadora Patricia Jaller Argel, ha ido perfeccionando la fórmula, que cuenta con el registro sanitario del ICA, durante 15 años.

Fertilizante a la carta, sujeto a las necesidades del suelo

“Y la perfección de la fórmula va encaminada al cultivo. Yo preparo el fertilizante a la carta, de acuerdo al cultivo que vaya a sembrar el productor. Con la muestra de los análisis físico químicos del suelo y sabiendo qué tipo de cultivo va a sembrar, preparo un producto adecuado para suplir las necesidades físicas y químicas del suelo”, explica la ingeniera agrónoma Jaller Argel.

La preparación del fertilizante orgánico a partir de materiales sólidos que son trabajados luego por la lombriz roja californiana y posteriormente volverlo a estado líquido es un proceso para el que se requiere una semana. Y todo el proceso es supervisado por la creadora de la fórmula Patricia Jaller Argel.

Su producto, el Humus orgánico líquido para riego (Holr), es un fertilizante orgánico mineral para aplicación al suelo mediante los sistemas de fertirriego, pero que también puede ser usado de forma foliar, es decir, aplicarlo al tallo, hojas, fruto. Su principal componente proviene de una materia orgánica el humus de la lombriz roja californiana. El producto no solo fertiliza el cultivo sino también recupera el suelo.

“Tiene un potencial de los microorganismos eficientes que se le agregan para darle plus al producto para los suelos que han perdido esa vida biológica-microvial, vuelvan a recuperarse. Actúa como una enmienda en el suelo”, precisa la creadora de Holr.

A lo que Patricia Jaller se refiere es que con el uso continuo del producto se van a ir mejorando las condiciones químicas y biológicas de los suelos.

Análisis de suelos

Pero el producto actúa de mejor manera si antes de aplicarlo el productor conoce qué tipo de suelo tiene. Por eso, la recomendación de la agrónoma Jaller Argel es que lo primero que debe hacer un productor, casi que, como un mandamiento, es hacerle análisis a su suelo.

En Colombia estamos acostumbrados a aplicar los fertilizantes sin saber qué es lo que realmente necesita el suelo. “El agricultor le aplica a su suelo Triple 15, este tiene nitrógeno, fósforo y potasio, pero resulta que tú suelo está saturado de potasio y fósforo, y lo que necesita es manganeso, boro o zinc, que son los microelementos más fundamentales, desde el punto de vista fisiológico para dar buenos frutos, con buena productividad”, explica la profesional de agronomía.

Por eso, dentro del perfeccionamiento que ha hecho de su fórmula después de crearla hace 15 años es precisamente, prepararla de acuerdo con las necesidades del suelo y por supuesto, teniendo en cuenta el tipo de cultivo que se va a sembrar.

Algunos de los resultados de lo que hace el fertilizante orgánico Holr se pueden ver en la grama del estadio de Fútbol de Montería Jaraguay, y también en la producción de plátano en zona de montaña en límites de Córdoba y Antioquia.

Acompañamiento en las tres etapas

Otra de las ventajas del fertilizante orgánico líquido Holr es que permite el acompañamiento del cultivo desde el proceso de semilla hasta llevarla al suelo y seguir mejorando ese suelo con esa planta y tener procesos productivos más sanos, más ecológicos.

Patricia Jaller reconoce que ha sido difícil hacer entrar en la línea de trabajar con estos productos a algunos agricultores que se mantienen con los productos químicos porque creen que son mejores, pero resulta que quienes trabajan fertilizantes naturales como el caso de ella, los productos se equiparan a la labor que cumplen los químicos.

“Estos productos son tan funcionales como los químicos y los productores lo podrán apreciar a los tres días de aplicado, porque se ve un cambio en la hoja, en menor ataque de plagas y al final en la productividad”, agrega la profesional del agro.

La invitación de la profesional de la agronomía de la Universidad de Córdoba, es que los productores se den la oportunidad de probar productos orgánicos, diferentes a los químicos, primero, porque eso es lo que exigirá el mercado a futuro y segundo, porque tienen la tecnología para competir con los químicos y, mejor aún, porque son amigables con el ambiente. Y en el caso de ella, que ofrece un tercer beneficio, acompañamiento y asesoría al productor para que le saque el mejor provecho al producto.

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