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Redacción. En los últimos años, fruto de acuerdos entre la empresa y sus vecinos, comunidades aledañas a Cerro Matoso – entre indígenas, afro y campesinas – han accedido a más de 1.100 hectáreas de tierra de carácter colectivo, con el objetivo de impulsar actividades productivas y sostenibles a partir de la identificación de potencialidades y capacidades de cada comunidad.

Con este propósito en mente, la empresa y la Fundación Cerro Matoso han venido promoviendo la generación de alianzas y espacios de análisis, estudio e intercambio de experiencias con pasantías en Córdoba y Antioquia de la mano de entidades como Agrosavia (Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria), Fedegán – (Federación Colombiana de Ganaderos) y Casa Luker. Lo anterior, ha permitido la identificación de apuestas productivas viables como cacao, palma de aceite, yuca industrial, apicultura, ganadería, entre otras, basándose en el potencial de la región del Alto San Jorge.

Una de las apuestas resultantes de este trabajo es la Ruta del Cacao, emprendida inicialmente por los cabildos indígenas de Centro América y el de Bocas de Uré, así como la Junta de Acción Comunal de La Odisea. Juntos – comunidades, empresa, Fundación Cerro Matoso y aliados – continúan impulsando esta iniciativa productiva que representa una oportunidad ideal para la generación de ingresos, el fortalecimiento del tejido social y la transformación de la calidad de vida de las familias, a través de un producto con alta proyección de mercado, consecuencia de una creciente demanda nacional e internacional.

Avances en Centro América

El cabildo indígena de Centro América es una de las comunidades con mayor avance en esta materia. Iniciaron su proyecto con la identificación y adecuación del terreno en donde, para garantizar la sombra y altura adecuadas para el futuro crecimiento de las plantas de cacao, sembraron 10 hectáreas de plátano hartón. Además de asegurar el sombrío, este cultivo asociado proporciona a las familias cosechas de ciclo corto, en tanto el cacao se establece definitivamente e inicia su etapa productiva.

Posteriormente, el cabildo realizó la siembra de la primera etapa de cacao con el acompañamiento técnico especializado de la Compañía Nacional de Chocolates, marcando un hito para la región. Se espera la siembra de la segunda fase de cacao entre mayo y junio de este año. Es importante mencionar que este proyecto cuenta con un sistema de riego especializado que la comunidad ha desarrollado de la mano de la Fundación Cerro Matoso, el cual asegura la disponibilidad de agua para los cultivos, especialmente en la época de verano.

“Estamos haciendo en el sur de Córdoba una transformación territorial emanada del cultivo de la madre tierra; la Ruta del Cacao. Ha sido una experiencia maravillosa, hemos empezado de cero con el apoyo de la empresa Cerro Matoso hemos logrado establecer más de 10 hectáreas (10,4ha) de las 50 hectáreas que pensamos sembrar en nuestra finca El Paraíso”, señala Darlys Rojas, gobernadora parcialidad Indígena Centro América.

Aprendiendo de expertos

Para fortalecer su proyecto, la comunidad indígena de Centro América en alianza con la Fundación Cerro Matoso y la Compañía Nacional de Chocolates, realizaron una visita a la granja “La Nacional” en el municipio de Támesis (Antioquia), viviendo una experiencia única en un espacio que, durante más de 60 años, ha sido un referente de investigación para abordar los principales desafíos del sector cacaotero. Este modelo permite a los productores aprender de las buenas prácticas y de las lecciones del pasado, brindando soluciones efectivas y sostenibles para el manejo de los cultivos.

Durante la visita, la comunidad adquirió el conocimiento sobre el proceso completo del cacao – desde la etapa de vivero, el establecimiento del cultivo, manejo de clones y control fitosanitario, entre otros – aspectos fundamentales para el futuro éxito del proyecto.

Este recorrido vivido por 14 miembros de la comunidad indígena marca un hito importante en el aprendizaje y generación de capacidades, convirtiéndose esta comunidad en pionera en la implementación de este tipo de proyectos productivos entre las comunidades vecinas de Cerro Matoso.

La siguiente etapa en el proceso es la siembra de clones de cacao. Lo anterior, busca aprovechar el desarrollo óptimo de las plantas de plátano, que actualmente funcionan como sombrío transitorio. Las plantas de plátano no solo cumplirán el proceso de acondicionamiento del ecosistema, sino que generarán un flujo económico temporal para aportar al mantenimiento del cultivo de cacao que requiere alrededor de tres años para alcanzar su plena producción.

Una vez finalizado el proceso de cosecha y postcosecha, estimado para el 2028 acogiendo el conocimiento y experiencia de todos los aliados de este proceso, se espera alcanzar el punto ideal con las características óptimas del grano de cacao, para dar paso a la fase de comercialización.

Para Cerro Matoso y la Fundación Cerro Matoso, cada esfuerzo por fortalecer las capacidades es clave para la transformación positiva del territorio, por eso, la Ruta del Cacao continuará inspirando a estas y otras comunidades convencidas de su potencial para autogestionar su desarrollo a través de proyectos productivos colectivos y de alto impacto. Juntos por un futuro más brillante, fomentando el crecimiento económico, social y ambiental de la región.

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