Tres de cada cuatro CEOs en Colombia aspiran a ser miembros de junta, pero admiten no estar preparados
Bogotá. La firma LHH Recruitment Solutions —empresa del Grupo Adecco—, consultora especializada en la búsqueda, selección y evaluación de perfiles estratégicos, directivos y ejecutivos, llevó a cabo el estudio Board Index Colombia 2025-2026, entrevistando a más de 320 CEOs y gerentes generales y a más de 140 miembros de juntas directivas en ejercicio, con el objetivo de comprender cómo están evolucionando las juntas directivas en el país y qué brechas existen entre los líderes actuales y quienes aspiran a integrarlas.
De acuerdo con Juliana Ramírez, Executive Manager de LHH Colombia, “En medio de un contexto económico y político tan complejo a nivel nacional, las juntas directivas juegan un rol estratégico que va más allá del control corporativo, ya que sus decisiones impactan en la inversión, sostenibilidad, empleo, digitalización y, en muchos casos, la estructura misma del tejido empresarial del país”.
El análisis de este reporte arrojó una serie de importantes conclusiones dentro de los cuales se destacan 5 hallazgos claves:
- El reto es cultural: el ingreso a una Junta no se define solo por la experiencia técnica, sino por la capacidad de adaptarse a su cultura interna. Según el reporte, 1 de cada 3 miembros (35%) asegura que lo más complejo fue entender los códigos de interacción y adaptación cultural, mientras que 1 de cada 5 (20%) tuvo serias dificultades para dejar de pensar como CEO y empezar a actuar como mentor. En otras palabras, no basta con los títulos, se necesita una nueva forma de relacionarse.
- Gobernanza para crecer: hoy las Juntas Directivas ya no solo cuidan el negocio, sino que también piensan en cómo expandirlo. Casi 1 de cada 2 miembros (46%) considera que diversificar negocios es la estrategia clave para enfrentar la incertidumbre, por encima del simple ahorro o la protección de liquidez. Sin embargo, mientras sectores como retail, tecnología y servicios avanzan con fuerza, otros que son fundamentales para el país como energía, agro e infraestructura siguen rezagados en su modernización.
- Talento en el centro: el equipo de trabajo dejó de ser solo un tema de Recursos Humanos: ahora está en el corazón de la estrategia. Más de 1 de cada 2 Juntas (>50%) lo señala como su principal prioridad, centrándose en retener personas clave, reorganizar el trabajo y enfrentar la presión de las reformas laborales. Incluso, 1 de cada 6 miembros (16%) ya analiza implementar automatización para reducir dependencia de grandes nóminas, sobre todo en sectores intensivos en personal como retail, salud y logística.
- Lo que se mide vs lo que importa: Aunque la mayoría de las Juntas Directivas a nivel nacional afirma evaluarse, los mecanismos siguen siendo limitados. Dos de cada tres (64%) cuentan con algún sistema de medición, pero en la práctica este se enfoca en aspectos básicos como la asistencia a reuniones. La mirada estratégica es casi inexistente, apenas una de cada 14 (7%) incorpora retroalimentación del equipo ejecutivo y sólo una de cada 20 (5%) recurre a evaluaciones externas independientes.
En contraste, uno de cada cuatro miembros (26%) considera que lo que realmente debería medirse es el cumplimiento del plan estratégico, un aspecto que hoy rara vez se evalúa. La conclusión es clara: existe una brecha entre lo que se mide y lo que de verdad importa para el futuro de las organizaciones.
- Compensación sin incentivo: el rol de los miembros de Junta se ha vuelto cada vez más estratégico y exigente, pero su remuneración no ha evolucionado al mismo ritmo. La mayoría recibe honorarios equivalentes entre 1 y 5 salarios mínimos mensuales (SMLMV), es decir, aproximadamente $1,300,000 a $6,500,000 pesos colombianos mensuales, un monto simbólico frente a la magnitud de las responsabilidades asumidas.
En la práctica, se espera que actúen como arquitectos de la transformación organizacional, pero se les paga como si se tratara de un servicio complementario. Esta situación genera un desfase que el informe resume con claridad: “profesionalizar la compensación es profesionalizar la Junta”.
Más allá de los retos identificados, el reporte subraya que el relevo generacional y preparación de los futuros miembros de Junta son factores determinantes para la solidez del modelo de gobernanza en Colombia. Aunque 8 de cada 10 CEOs (84%) aspiran a ocupar una silla en una Junta en los próximos cinco años, 3 de cada 4 (75%) reconocen sentirse poco o nada preparados para dar ese salto, y apenas 1 de cada 10 cuenta hoy con un mentor que lo acompañe en el proceso. Esta desconexión entre la ambición de los líderes emergentes y las exigencias reales de los órganos de gobierno plantea una pregunta de fondo: ¿cómo garantizar que las Juntas del futuro no solo estén ocupadas, sino realmente preparadas para responder a los desafíos estratégicos del país?