Treinta y un familias se consolidan como empresarias del campo en Moñitos
Moñitos. Tras nueve años de trabajo, ganando unas batallas y perdiendo otras, pero sacando aprendizajes de ganancia y creciendo en los saberes que otorga el trabajo del campo, la Asociación de Pequeños Productores de Membrillal es ejemplo de organización y trabajo colectivo.
Silfredo Fuentes, representante legal de esta organización campesina, ubicada en zona rural de Moñitos, le explicó a En Nuestro Campo que esta iniciativa reúne a un total de 31 familias de productores.
El directivo explicó que la actividad económica principal que tienen es el cultivo de plátano, pero a diferencia de otras asociaciones ellos disponen de un banco de insumos, a través del cual le entregan a los productores, trimestral o semestralmente los bionutrientes que requieren para la siembra y así puedan mantener una producción constante.
“Nos hemos concentrado mucho en la integración generacional. Es decir que el trabajo lo compartan los padres y los hijos. Estos nueve años nos llenan de orgullo. Somos 31 familias que le hemos puesto alma, vida, corazón y perseverancia para que este trabajo se continúe cimentando y a futuro sea el reflejo del trabajo de nuestro hijos y que sigan guiando esta empresa hacia adelante”, dijo Silfredo.
Otro punto a favor es que le venden su producto al Gremio de Asociaciones de Córdoba, de la cual son afiliados y también le venden a una megatienda. Por lo que se puede decir que en este noveno aniversario están recogiendo ‘la cosecha’.
Según Silfredo Fuentes, entre los logros más significativos que han podido alcanzar en estos años, destaca el empoderamiento de los productores y haber podido consolidar el banco de insumos.
También reconoce que el inconveniente que más han tenido tiene relación con el cambio climático, sumado a los altos costos de producción. “Eso no ha sido impedimento para que, en ese proceso cada día, vayamos desarrollando mejores alternativas e implementando buenas prácticas agrícolas”, aseguró el directivo.
Las gestiones no paran, fue así como lograron aplicar y beneficiarse del proyecto ‘Oportunidades Rurales’ que les permitió fortalecer su parte administrativa. Luego aplicaron a Alianzas Productivas del Ministerio de Agricultura, que les permitió pasar al renglón comercial.
Reconocen los asociados que su trabajo es fundamental y se miran como los empresarios del campo que son, destacándose por su unión y su capacidad de establecer alianzas.
Y tienen claro cuáles son las apuestas para los meses y años venideros: pues concentrarán sus esfuerzos para lograr disponer de infraestructura propia y tener vehículos propios para transportar el producto hasta las grandes comercializadoras.