Bogotá. En los últimos días, el gobierno ha anunciado la hoja de ruta fiscal para la próxima década, así como el Marco Fiscal de Mediano Plazo (Mfmp), en él se plantea la intención de suspender la regla fiscal durante tres años, proponer una nueva reforma tributaria por al menos $19 billones en 2026, y mantener la inversión social sin recortar el gasto primario estructural.
Aunque estos conceptos pueden sonar técnicos, tienen efectos reales sobre el bolsillo y la estabilidad económica del país. Por ello, y para aclarar un poco más el panorama, consultamos a Andrés Felipe Jiménez Cortés, experto en finanzas de la Escuela de Negocios de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz para que nos aterrice a los colombianos las implicaciones que pueden conllevar el anuncio del gobierno.
- ¿Qué es la regla fiscal y por qué importa?
La regla fiscal es una norma que limita el nivel de gasto del gobierno para evitar que se endeude más allá de lo sostenible. Su objetivo es cuidar la salud de las finanzas públicas, garantizando que el país no gaste mucho más de lo que recauda.
¿Qué implica suspenderla?
El gobierno podrá gastar más libremente, sin ese límite.
Esto puede llevar a un aumento del endeudamiento y una menor confianza en la economía colombiana, tanto de inversionistas como de organismos internacionales.
A mediano plazo, podría presionar el alza de impuestos o contribuir a una mayor inflación.
- ¿Qué significa una nueva reforma tributaria de $19 billones?
El gobierno planea presentar una nueva reforma tributaria en 2026 para recaudar al menos $19 billones adicionales al año. Esto se haría para cubrir parte del gasto público y continuar con programas sociales.
¿Qué podría significar para usted?
Se podrían aumentar algunos impuestos existentes o crear otros nuevos.
Aunque la meta es que “paguen más los que más tienen”, muchas veces parte de la carga fiscal termina afectando a la clase media o incluso a los consumidores en general.
- ¿Qué es el gasto primario estructural?
El gasto primario estructural es el conjunto de gastos permanentes del gobierno, como salarios de empleados públicos, pensiones, educación, salud, y programas sociales, sin contar el pago de intereses de la deuda. Se le llama “estructural” porque no depende de los ingresos temporales ni de las condiciones económicas del momento: son compromisos constantes, año tras año.
¿Qué implica mantenerlo sin recorte?
El gobierno quiere seguir invirtiendo en programas sociales y servicios públicos, lo cual es positivo para muchas familias.
Pero si no hay más ingresos o eficiencia en el gasto, esto puede agrandar el déficit fiscal y aumentar la presión sobre futuras reformas o ajustes.
Puede haber presión para recortar servicios o subsidios en el futuro.
Se corre el riesgo de debilitar la estabilidad económica, lo que afecta el empleo, el crédito, y el valor del dinero.
Teniendo en cuenta lo anterior, decisiones como suspender la regla fiscal, hacer una nueva reforma tributaria y mantener altos niveles de gasto público no son ajenas al ciudadano de a pie. Si bien, la intención del gobierno es invertir en programas sociales y servicios públicos, esto sino se acompaña de un recorte en gasto o aumento de eficiencia de los recursos que se emplean, nos va a afectar a todos en aumento de los impuestos que pagamos, incremento del costo de la vida, disminución de la estabilidad de la economía y reducción de la disponibilidad de empleo y crédito.
¿Cuál es tu reacción?
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