Razas criollas, pilar para la sostenibilidad ganadera
Cereté, Córdoba. El hecho de que las razas criollas aprovechen más los pastos nativos y las arvenses, porque son parte de su proceso de adaptabilidad, las hace tener más ventajas para el ambiente.
Esa es una de las razones que tienen en la Asociación Nacional de Criadores de Razas Criollas y Colombianas (Asocriollo) para hacer parte de la Mesa de Ganadería Sostenible de Colombia.
Igualmente, las razas criollas son menos exigentes en instalaciones, suplementos y medicamentos.
“Si vamos a hablar de sostenibilidad las razas criollas son el pilar para una sostenibilidad. Tenemos el individuo que puede estar en el ecosistema aprovechándolo y no pidiéndonos hacer cambios en el ecosistema para sobrevivir , tenemos un individuo que se adapta al ecosistema y no tenemos que adaptar un ecosistema al individuo, creo que esa es la razón por la que hemos estado desde el principio, porque entendemos muy bien la idea de la Mesa y la compartimos”, explica Mariana Navarro Sanin, presidenta de Asocriollo, organización que hace parte de la Mesa de Ganadería Sostenible de Colombia y que estuvo recientemente en Cereté, más exactamente en Agrosavia, en una gira técnica que hicieron los miembros de la Mesa Global de Ganadería Sostenible en predios ganaderos de Córdoba y Sucre.
Asocriollo cuenta actualmente con 72 miembros de todas las razas criollas y colombianas. Las criollas son las que tienen el proceso de adaptación de más de 500 años como la romosinuana y costeño con cuernos, por ejemplo, y las razas colombianas son dos, la velasquez (romosinuano-25%, brahman rojo-25% y red poll-50%) y la lucerna (criolla de hartón del Valle-30% y de las razas europeas holstein-40 % y shorthorn lechero-30%).
Asocriollo y Agrosavia son aliados, mientras la segunda se encarga de cuidar las razas y tener los bancos de germoplasma de las razas criollas, la primera, por encargo del ministerio de Agricultura, cuida y dar el registro de pureza de las razas criollas.