Por el paro cerca de 8 mil contenedores represados en puertos de Cartagena y Buenaventura
Bogotá. El sector logístico manifiesta su preocupación ante el paro camionero por las millonarias pérdidas que impactan el comercio exterior con cerca de US$300 millones diarios y que ya se están reflejando en los precios de los productos que consumen millones de colombianos.
Alberto Carbone Doria, gerente de Shipping Services Logistics, una de las principales empresas logísticas del país, advirtió que las consecuencias del paro están provocando demoras en las entregas y el agotamiento de productos, como sucede con el desabastecimiento en centrales de abasto como Corabastos.
“El incremento del diésel eleva los costos operativos, encareciendo el transporte de mercancías a nivel nacional. Esta presión se transfiere a las empresas que dependen de la logística para distribuir sus productos, quienes inevitablemente aumentarán los precios finales”, explicó Carbone.
Los bloqueos en diversas regiones han detenido cientos de vehículos y miles de contenedores en los puertos. Las empresas de logística podrían tener por lo menos 8.000 contenedores bloqueados en Buenaventura y Cartagena, lo que está generando pérdidas de por lo menos 5 mil millones de pesos diarios.
Buscar vía adecuada para revertir costo del diésel
Si bien las manifestaciones buscan revertir el alza del diésel para reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc), que asciende a $115 billones, empresas del sector cuestionan si esta es la vía adecuada sin afectar gravemente la economía.
Carbone destacó que cada día que un vehículo queda detenido en puerto genera pérdidas millonarias y el impacto se siente en las regiones que dependen de estos productos, afectando directamente a las familias colombianas.
Por ello, el sector logístico hace un llamado “a la sensatez y al diálogo” para buscar una solución. “El déficit del Fepc es un desafío importante, pero no puede comprometer la estabilidad del transporte y la logística. El gobierno debe dialogar y encontrar soluciones que reduzcan el déficit sin afectar drásticamente a la economía y las familias”, afirmó Carbone.
El sector propone que el bienestar de la población esté en el centro de la discusión y se avance hacia una política económica que equilibre los intereses financieros con las necesidades ciudadanas.