Para Fedemaderas, las señales del Gobierno es el de querer acabar con la reforestación comercial
Bogotá. Desde la Federación Nacional de Industriales de la Madera (Fedemaderas) se manifiesta la preocupación por las señales que ha dado el Gobierno Nacional con relación a este renglón económico, ya que se percibe que quieren detener, en el mediano plazo, la reforestación comercial del país.
Los indicadores sobre crecimiento económico del tercer trimestre publicados por el Dane, si bien dan muestra de un crecimiento del 10,7% en el sector agrícola apalancados por la productividad y precios internacionales del café, aunado a una tasa de cambio favorable, también registran en lo corrido del año unos decrecimientos en los renglones de silvicultura y extracción de madera, fabricación de pulpa, papel y cartón, y fabricación de muebles del 8%, 0,6% y 1,6% respectivamente.
Hablando de biodiversidad, contención a la deforestación del bosque natural y descarbonización de la economía, las fuentes renovables, naturales y biodegradables deben no solo gozar de incentivos y apoyos del Gobierno nacional, sino además de facilidades para su expansión comercial.
En términos de economía forestal, la proveeduría de servicios ecosistémicos, maderables y biomasa para la producción de energías limpias, por solo citar algunos ejemplos, se provee en menor medida del bosque natural y en mayor medida de las plantaciones forestales comerciales. Este último modelo de cultivo trasciende lo agrícola y desde la agroindustria no solo abastece industrias propias y de otros sectores, sino que favorece una menor presión para la explotación ilegal del bosque natural. Este último, si bien debe continuar ampliándose en número de hectáreas que son gestionadas sosteniblemente, no alcanza a proveer de madera y fibras al mercado, que ya de por sí es 50% deficitario.
Hoy Colombia ha perdido por cuenta del Plan Nacional de Desarrollo las exenciones de renta que facilitaban, como ha sucedido en todos los países del mundo con este tipo de apuestas, la expansión de su oferta. Hay una fuerte posición de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla) para impedir la importación de materiales vegetales que por el mismo estado colombiano ya habían sido introducidos en la segunda mitad del siglo XX.
El Ministerio de Salud por la no expedición de un acto administrativo tiene detenida la exportación regular de maderas de Teca a la India, principal socio comercial en la materia. El Ministerio de Agricultura no destinó recursos presupuestales para el Certificado de Incentivo Forestal (CIF) en 2024 y no se vislumbra un cambio de posición para los recursos del 2025.
Juan Miguel Vásquez, director ejecutivo del gremio comenta que “una mirada retrospectiva en el tiempo ilustra una fuerte correlación en Colombia entre los presupuestos asignados a este tipo de incentivos con los años en que más han crecido las áreas cultivadas. No se trata de una política asistencialista, sino de una comprensión de política internacional por cuanto estamos hablando de cultivos de tardío rendimiento que requieren, para lograr su escala, apoyos gubernamentales que favorecen tanto a medianas empresas como a pequeños reforestadores campesinos”.
Aunado a lo anterior, el gremio continúa demandado espacios de conversación francos y directos con el Gobierno nacional, cada vez más difíciles de tener con las carteras ministeriales. Por tanto, no existe una coherencia entre el énfasis medio ambiental y de cuidado a la biodiversidad y el bosque natural, con las señales e incentivos que aportan un desarrollo industrial y territorial a partir de la economía forestal desde la reforestación comercial. Si esta tendencia se mantiene, entre otros efectos negativos Colombia no tendrá madera en 15 años que atiendan las crecientes tendencias mundiales en los sectores de mobiliario, construcción sostenible y energías renovables.
Pasada la COP16, oímos constantemente hablar de bioeconomía, pero no comprende Fedemaderas cómo podrá desarrollarse este modelo en Colombia, el cual promueve y defiende el gremio, sino es involucrando los bosques tanto naturales como plantados.