Compártelo en redes

Redacción. Mientras los frigoríficos a través de Asofricol insisten en que el precio de la carne está alto, y amenaza la seguridad alimentaria en Colombia, por las exportaciones de ganado en pie, los productores representados por Fedegán se ratifican en su posición de que nada tienen que ver estas exportaciones con el precio de la carne porque el volumen exportado solo representa el 1,3% del hato nacional.

Según el ICA, Colombia tiene un hato de 30’027.896 millones de animales, entre bovinos (29.541.913) y bufalinos (485.983). El año pasado, el país exportó 392.965 toretes a Egipto, Arabia Saudita, Jordania y Líbano. Ese volumen representa solo el 1,3 por ciento del total de cabezas de ganado que hay en el territorio nacional.

En enero de 2022 fueron llevados al exterior 52.114 semovientes (USD 35 millones) mientras que en el mismo periodo de 2023 esa cifra cayó a 28.689 animales (USD 22,9 millones). En febrero, la disminución fue aún más grande: solo 4554 bovinos este año (USD 3,2 millones) frente a 40.602 toretes el año pasado.

Estas cifras fueron mencionadas por el director de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán, Óscar Cubillos, para refutar las apreciaciones de Asofricol desde donde se afirma que el alza del precio de la carne y las graves dificultades para su producción están generando una crisis de seguridad alimentaria en el país. Y que eso se debe a factores como el alto costo del ganado, el aumento de las exportaciones de ganado vivo y la reducción de las exportaciones de carne bovina.

Si las exportaciones de ganado en pie repercuten en el precio de la carne como se afirma desde Asofricol, ¿por qué en este momento el precio sigue alto si este año, en enero y febrero, las exportaciones de ganado en pie se han reducido sustancialmente? La realidad estaría contradiciendo uno de los argumentos esgrimido por los frigoríficos para que el precio esté alto.

Otro punto mencionado por Asofricol es que disminuyeron las exportaciones de carne, cuando en realidad en los dos primeros meses reportados por el Dane, las exportaciones fueron levemente superior comparando los dos meses del año 2022. Entre enero y febrero de 2022 se exportaron 6.704 toneladas y entre enero y febrero de 2023, la exportación llegó a las 6.862 toneladas.

“En Colombia se producen unas 850.000 toneladas de carne de res al año y se importan 12.000 ton (solo el 1,4 %). Si el precio de la carne de res en el país es tan elevado -como afirman algunos sectores- estaríamos trayendo esta proteína del exterior y no exportando 43.419 toneladas como en 2022 (o las 56.790 toneladas de 2021 a más de 20 países)”, dice uno de los mensajes expresados por Óscar Cubillos.

Coinciden, en el daño de la clandestinidad

En el punto en el que coinciden las posiciones de las dos organizaciones que representan a productores y frigoríficos es en el daño que está haciendo la clandestinidad al negocio de la carne.

“Lo que más afecta a los frigoríficos -y de paso a los ganaderos- es la clandestinidad. Este flagelo terminó siendo el más beneficiado con el cierre de plantas de sacrificio que no cumplían los requisitos para funcionar (Ley 1500). Una parte de la carne que se consume en Colombia es sacrificada de manera ilegal. En 2013 fueron faenados 4.100.000 animales y el año pasado fueron 3.200.000 en números redondos. No es que se beneficie menos, es que la clandestinidad se ha fortalecido”, afirma el director de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán.

Desde Asofricol se hace un llamado para que se articulen las instituciones de control en la lucha contra la ilegalidad, para lograr estabilizar nuevamente todo el sector cárnico, desde los ganaderos hasta las empresas exportadoras de carne. Y también a los frigoríficos a los que les llega menos animales para el sacrificio.

“Hoy estamos ante una emergencia en el sector cárnico que requiere la intervención del Estado. En los últimos meses, ante el incremento en la estructura de costos y la continua disminución del consumo de carne, se ha anunciado la suspensión del servicio de los frigoríficos de Caucasia en Antioquia; Garzón – Huila y Barrancabermeja – Santander, los cuales han realizado inversiones multimillonarias, cumplen con la reglamentación sanitaria y de protección al medio ambiente, generan más de 700 empleos directos y 2.800 indirectos, aportan a la industria nacional y pagan impuestos en el país. No podemos permitir que esta situación nunca antes vista, siga agravándose. La carne de res no puede convertirse en un producto de lujo para los colombianos”, manifestó Álvaro Urrea, presidente de Asofricol.

Lo único cierto en todo este tema del precio de la carne, es que tanto productores como frigoríficos deberían hablar el mismo idioma, porque se necesitan. Ambos trabajan para obtener ganancias. Y durante muchos años la rentabilidad de los frigoríficos fue superior a lo que recibía el productor por su ganado.

251 Views

Compártelo en redes

¿Cuál es tu reacción?

Emocionado
0
Feliz
0
Me gusta
0
No estoy seguro
0
Ridículo
0

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

Comments are closed.

Más en:Pecuario