La madera legal del bosque natural sí tiene futuro en Colombia
Bogotá. No es un secreto que la deforestación del bosque natural en el país alcanza las 107.000 hectáreas anuales. Por ello, se avanza con fuerza hacia la transformación de los frentes de tala ilegal, con estrategias como los Núcleos de Desarrollo Forestal y de Biodiversidad (NDFyB), convertidos en áreas estratégicas en zonas de alta deforestación, donde se promueve el manejo forestal sostenible, de la mano de las comunidades. Con ellos, existen oportunidades tangibles de acuerdos de comercialización de productos y servicios, que no solo permiten proteger las zonas y su biodiversidad, sino promueven el desarrollo económico local, e impulsan oportunidades productivas legales. La Unión Temporal Red Sostenible (Utrs) entre la Federación Nacional de Industriales de la Madera (Fedemaderas), y el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (Cccs), es un ejemplo de esas posibilidades de conexión entre la oferta de madera legal, proveniente de algunos de estos NDFyB, y variados mercados.
Actualmente en Colombia existen 28 NDFyB, distribuidos en diez departamentos, convertidos en epicentros de sostenibilidad y conservación, donde el 41% del área disponible para aprovechamiento sostenible se encuentra en el departamento del Meta, seguido por Guaviare (31%), Caquetá (23%) y Putumayo (5%). Se estima que la economía de más de 4 mil familias hoy en día depende en gran medida del uso sostenible del bosque natural, lo que a mediano plazo se traduce en que los productos maderables y no maderables que desde allí se producen, tengan un mercado garantizado en industrias de mobiliario, construcción y otras redes de bioeconomía.
Las iniciativas que allí se desarrollan son lideradas por entidades y programas como REM – Visión Amazonía, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Instituto Sinchi, GIZ, Corpoamazonía, CDA, Parques Nacionales, y el Instituto Humboldt, entre otros, buscando integrar la protección de la biodiversidad con el desarrollo de oportunidades productivas legales, especialmente en territorios con alta deforestación.
El sector privado tiene un papel fundamental
En julio de 2024, la Federación Nacional de Industriales de la Madera y el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (Cccs) constituyeron la Unión Temporal Red Sostenible (Utrs), que con el auspicio de recursos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), lideró un importante esfuerzo por conectar la oferta de madera legal, proveniente de algunos de estos NDFyB, con mercados de transformación comprometidos con la sostenibilidad, principalmente ubicados en las principales ciudades del país.
La Utrs adelantó un análisis de mercado y un plan de negocios regional enfocado en la comercialización de aproximadamente 150.000 m3 de madera legal, cifra representativa si se considera que, según cifras oficiales en 2023, el país movilizó cerca de 700.000 m3 de madera desde los bosques naturales.
Además, realizó encuentros comerciales que generaron 14 cartas de intención de compra de empresarios ubicados en Barranquilla y Cali, con representantes de los NDFyB de Orotuyo y Solano (Caquetá) y adelantó una gira comercial en el Guaviare, que facilitó el relacionamiento directo de 14 empresarios con los procesos comunitarios de aprovechamiento sostenible, que valga la pena decir, se realizan de manera cada vez más compleja por la complejidad de orden público actual, culminando en la firma de 21 cartas de intención de compra con los NDFyB de los puertos de la Amazonía, Miraflores, Charras y Kuway-Nueva York.
También se ve el compromiso de las empresas agremiadas a Fedemaderas en este trabajo de Utrs. Según Evelin Serna, asesora del gremio, estas compañías han realizado operaciones con los NDFyB. Por ejemplo, Maderas Smart World ubicada en Bogotá, concretó operaciones de compra con los NDFyB de Orotuyo y los Puertos, así como otras agremiadas y aliadas que vienen acompañando procesos muy significativos para la comercialización de productos y servicios de los NDFyB, a través de cartas de intención, demostrando que es desde el diálogo, entendimiento y articulación de tipo logístico y de cadena de suministro, que la madera legal del bosque natural sí tiene futuro en nuestro país.
Los retos que hay que superar
Para Fedemaderas los esfuerzos siguen en pro de avanzar en más acuerdos de comercialización de productos y servicios de los NDFyB, pero existen desincentivos desde el Gobierno Nacional, que no permiten dinamizar estas economías. “Replantear la estructuración y uso de las Tasas de Compensación Forestal (TCF) que deben pagar estos usuarios del bosque natural a las autoridades ambientales, constituir clústeres asociativos para afrontar vía precios y cantidades la demanda requerida por empresarios transformadores, y desarrollar esquemas bajo alianzas público-privadas para que el primer grado de transformación se produzca en los mismos NDFyB, son solo algunos ejemplos de estrategias necesarias y complementarias que financieramente viabilizarían un mayor mercado rentable para los propietarios de esta proveeduría de madera nativa en Colombia”, aseguró Juan Miguel Vásquez, director ejecutivo nacional del gremio.
Colombia cuenta con 59,5 millones de hectáreas del bosque natural, y según estimaciones de Fedemaderas 4 millones de ellas deben ser abordadas productivamente bajo enfoques comunitarios, como la estrategia de los NDFyB. No obstante, y según datos del Ministerio de Ambiente, solo 326 mil hectáreas cuentan a 2025 con Planes de Manejo Forestal aprobados, es decir solo un 8,1% de este potencial viene siendo incorporado a las economías regionales.
“Por su ubicación, estrategias coordinadas de la fuerza pública bajo una directriz clara del Gobierno Nacional en materia de seguridad física y de lucha contra las organizaciones criminales, son también hoy un factor a superar, y que viabilizaría o no estas iniciativas bioeconómicas con alto impacto transformador en las regiones”, aseguró Vásquez. La articulación del sector privado y público, es acá una demostración que es posible proteger la Amazonía y otras áreas vitales del país, mientras se promueve el desarrollo económico local, y se ratifica el compromiso del gremio con la madera legal, trazable y sostenible como una alternativa real y sustentable frente a la deforestación del bosque natural.