Fenalce e industria de balanceados analizan contratos de proveeduría

Montería. El gremio de los cultivadores de maíz, Fenalce, y la industria de balanceados analizan los contratos de proveeduría de maíz amarillo por parte de productores colombianos para esta industria.

El tema lleva más de 40 reuniones entre las partes con el fin de establecer unos contratos que se den a mediano y largo plazo que permita que los agricultores tengan una relación estable que les genere confianza y poder especializarse en la siembra de maíz para ciertos mercados. Es decir, un contrato que permita estabilidad en el negocio para las dos partes.

Esa es una alternativa que ha visto el gremio para recuperar el mercado de la industria de balanceados que hoy importa entre 5 y 6 millones de toneladas de maíz amarillo.

Henry Vanegas Angarita, gerente general de Fenalce.

“Los contratos de proveeduría que se están negociando con la industria de balanceados a mediano y largo plazo no son contratos para este año ni para esta cosecha sino para tener un contrato que sea a 5 años donde yo me dedique a sembrar maíz para entregarle a la industria de balanceados”, explica el gerente general de Fenalce, Henry Vanegas Angarita en diálogo con el portal En Nuestro Campo.

Con relación a cómo se manejaría el precio del grano el gerente general de Fenalce manifiesta: Se tendría una fórmula, que no la fija ni el comprador ni el vendedor sino que es el precio que publique la Bolsa Mercantil de Colombia (BMC), precio que se forma con la cotización de la Bolsa de Chicago, el precio del dólar, y los costos de base (los fletes). O sea, que la única variable que representa una volatilidad es el transporte y la logística hasta llegar a la puerta de la fábrica.

 Satisfacción de la demanda

Hoy, el maíz que se produce en Colombia no alcanzaría para satisfacer la demanda que tiene la industria de balanceados. Ante la inquietud de si el país tendría la capacidad para producir todo ese maíz, que hoy es importado, el dirigente gremial asegura que sí, pero que se necesita voluntad y decisión política porque se tendrían que sembrar 500 mil hectáreas en el primer semestre y 500 mil en el segundo semestre, es decir, un millón de hectáreas al año, con una producción de 6 toneladas por hectárea.

¿A qué se refiere con voluntad y decisión política? “Porque todavía el Gobierno y funcionarios consideran que la única opción son las importaciones, no se han dado cuenta que eso cambió. Del Gobierno se necesitan varias cosas, la plataforma de crédito, que sea cada vez más de fomento y de unas tasas subsidiadas mucho más atractivas que hagan más visible que el maíz amarillo tiene las mejores tasas del mercado. Se necesita que toda la banca dedique un porcentaje de sus colocaciones en el sector agro, y dentro de eso el sector maicero, pero que exista una plataforma gubernamental que tenga esos lineamientos que tengan que obedecerla. Se necesita una política de fomento con unas políticas que hagan mucho más atractivo el tomar esos créditos para ciertas actividades, como la de producir comida”.

Agrega: Y la otra situación son los bienes públicos, se requiere infraestructura de secamiento, principalmente, para que se pueda tener el maíz en las condiciones en que requiere el mercado, como lo necesita la industria. No es solo producirlo, porque lo producimos y no nos lo reciben húmedo entonces vamos a tener problemas de comercialización. Se tienen que empezar a montar plantas de secamiento, no de almacenamiento, pero sí de secamiento.

En la mayoría de las veces los cultivadores de maíz que no pueden vender su producto por falta de buen precio tienen que guardarlo en mazorca lo cual no les conviene porque pueden salirle hongos.

Falta infraestructura de secamiento

Sobre este aspecto en particular menciona el gerente general de Fenalce el caso de Córdoba que tiene capacidad para secar y almacenar entre 90 y 100 mil toneladas, pero produce 150 mil, es decir, hay un déficit de secamiento de 60 mil toneladas que son las que los productores tienen que salir a vender húmedo como si fuera perecedero y donde pierde en muchas ocasiones al momento de la venta.

El problema de secamiento es a nivel nacional, en todas las regiones donde se produce maíz, no hay suficiente infraestructura para secar.  Una vez seco el maíz se puede almacenar en cualquier parte, el problema es cuando se tiene húmedo, se puede deteriorar, proliferar hongos.

El gremio no cuenta con recursos para hacer esas plantas de secamiento, por ello, la otra opción que visualizan desde Fenalce es que se hagan alianzas público-privadas.

“Como el  Gobierno dice que no tiene plata para hacer la infraestructura, hay que pensar en una alianza público-privada, que ellos pongan una parte para la infraestructura y se armen modelos que permitan que se monten en las regiones el secamiento y los centros de acopio que requiere cada región”, precisa el gerente general de Fenalce, Henry Vanegas Angarita.