Fedemaderas advierte vacíos en Plan Nacional de Desarrollo para atender los retos del sector
Bogotá. El Gobierno Nacional radicó ante el Congreso el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026, con una inversión de $1.154 billones para los próximos cuatro años, el cual busca una transformación productiva para la vida y acción climática.
Según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el documento propone, entre otras cosas, orientar el desarrollo del país sobre un enfoque de justicia ambiental, mejorar la eficiencia en el uso de los recursos naturales, transitar de las actividades extractivas al aprovechamiento de nuevos potenciales territoriales y avanzar en la descarbonización y en la resiliencia climática.
Dos de las transformaciones propuestas tienen una alta relevancia en sectores como el del recurso forestal y de la madera:
- La transformación del territorio alrededor del agua y justicia ambiental
- La transformación productiva, internacionalización y acción climática
De acuerdo con Juan Miguel Vásquez Suárez, director ejecutivo nacional de Fedemaderas, “en estos dos ejes se podría potencializar no solo la bioeconomía a partir de cadenas de valor de productos maderables y no maderables, sino la consolidación de un verdadero clúster alrededor de los recursos forestales, como ya lo ha documentado estudios recientes de la Cepal”.
Plantaciones forestales
Si bien estos ejes del PND son cruciales para el país, existe preocupación en el gremio porque, y a diferencia del documento borrador de bases del PND conocido por la opinión hasta hace unos días, la versión final excluyó textualmente a los bosques plantados en las iniciativas de investigación y desarrollo de cadenas de valor de productos maderables y no maderables, los cuales pueden contribuir significativamente en el propósito de crear bienestar económico en armonía con el patrimonio ambiental, como ha sido documentado en estudios internacionales sobre la sostenibilidad basada en los criterios ESG (Ambiente, Social y Gobernanza).
Y es que el asunto no es solo de semántica, pues el gremio ha venido comunicando un programa de impulso al sector denominado “Colombia, país forestal con cero deforestación del bosque natural, segundo proveedor de madera de la región” en donde la existencia de una rectoría única para toda la administración del recursos forestal, venga este del bosque natural o de las plantaciones forestales, es indispensable.
“En el PND se propone la creación de una Agencia para desarrollar el Servicio Nacional Forestal, la economía forestal, los proyectos productivos y negocios verdes, y los modelos de reindustrialización de economía productiva a través de una bioeconomía. Aplaudimos estos enfoques, pero vemos con preocupación la desarticulación entre la concepción de la bioeconomía a partir de un recurso forestal integral y la visión del gobierno nacional”, aseguró Vásquez Suárez.
Agencia debe depender de Presidencia de la República
Respecto a la Agencia de Servicio Nacional Forestal y Biodiversidad, que tendría el papel de ente rector de la industria, el gremio manifestó su preocupación ante la posibilidad de que esta entidad dependa solo del Ministerio de Ambiente, pues por tratarse de una cadena de valor también debe tener injerencia los ministerios de Agricultura y Comercio, razón por la cual la agencia debería tener una dependencia de instancias mayores, como la Presidencia de la República. El manejo sostenible de los bosques naturales tiene alta incidencia en la economía popular y en el futuro de las comunidades indígenas y afro, en la medida que la comercialización de los productos maderables y no maderables tengan constancia, valor agregado y sean demandados por actores del eslabón de la transformación, quienes cada vez más exigen la garantía en la cadena de custodia bajo principios de manejo ambientalmente responsables, socialmente beneficiosos y económicamente sostenibles.
Frente a la deforestación, el gremio propone valerse de instrumentos como acuerdos sociales, seguridad jurídica en la tenencia de la tierra, pagos por servicios ambientales y desarrollo de proyectos productivos y negocios verdes, en línea con los mecanismos internacionales que le apuntan a una legislación más fuerte, pero extraña el impulso al sector reforestador que el PND está identificando, pues en sus metas secundarias la apuesta del gobierno se limita a un crecimiento de tan solo 40 mil hectáreas en el cuatrienio.
Fedemaderas insiste en que los proyectos productivos no deben basarse exclusivamente sobre el bosque natural, sino que debe ser una acción coordinada con otro tipo de recursos forestales provenientes de la plantación forestal comercial, y los servicios ecosistémicos asociados a estos dos tipos de bosques.
Reindustrialización y bioeconomía
Otro catalizador que el gremio celebra que exista dentro del Plan Nacional de Desarrollo es el de economía productiva a través de la reindustrialización y la bioeconomía. Allí se plantean modelos de bioeconomía, encadenamientos productivos, en sectores agropecuarios forestales y el desarrollo de la economía forestal a través del Servicio Nacional Forestal. Sin embargo y al excluirse el bosque plantado, insiste Juan Miguel Vásquez, “el gremio no conoce cuáles han sido las razones, se prevé que podría estar sucediendo una desintegración de política pública, que simplemente el Gobierno Nacional no le presta la atención debida al desarrollo de este uso del recurso forestal de manera integrada, algo que según las mismas estadísticas oficiales ya se comienza a vislumbrar al examinar los menores volúmenes de las plantaciones forestales entre 2 y 5 años, frente al rango entre 6 a 10 años”.
En conclusión, el reto que tiene este gremio y otros relacionados con el desarrollo de economías verdes es la generación de una bioeconomía a través de una economía forestal que verdaderamente se refleje en el PND.
“Esta integralidad no la estamos observando en el proyecto radicado en el Congreso. Fedemaderas estará trabajando muy de la mano con algunas entidades no gubernamentales y con el mismo Congreso de la República para poder cambiar este escenario que dejaría por fuera de la agenda de los cuatro años al sector de la reforestación y la producción de madera, sus diferentes usos y derivados”, concluyó Juan Miguel Vásquez Suárez.