Bogotá. El Gobierno publicó, recientemente, un proyecto de decreto para actualizar los requisitos sanitarios y de inocuidad que deben cumplir los productos lácteos destinados al consumo humano. La normativa ha generado diversas opiniones, entre ellas las de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), que ha solicitado varias precisiones en beneficio de los consumidores.
Si bien el propósito del proyecto de decreto es loable, toda vez que busca “proteger la vida, la salud y prevenir las prácticas que puedan inducir a error, confusión o engaño a los consumidores” y actualiza una norma que ya tiene 18 de vigencia, el nuevo articulado propuesto por el Ministerio de Salud y Protección Social para actualizar los requisitos que deben cumplir la leche de bovinos, bufalinos, caprinos y ovinos, ha generado gran preocupación en el gremio ganadero toda vez que la falta de claridad y definición de mecanismos afectaría la supervisión del sector, así algunos artículos que darían al traste con el objetivo de defender el consumidor por los riesgo del reempaque la posible mezcla de productos vencidos con productos vigentes.
De acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social, esta norma busca actualizar el Decreto 616 de 2006, que como bien se puede observar, ya cumplió 18 años desde su entrada en vigor. Con ocasión de su publicación para consulta pública, diversas voces del sector ganadero han planteado observaciones fundamentales para el éxito de la implementación de esta normativa.
Comentarios de Fedegán y FNG sobre el proyecto de decreto
Uno de los primeros puntos señalados por Fedegán-FNG en sus comentarios al decreto es la necesidad de clarificar los plazos para la certificación de los predios lecheros. En su observación, sugieren que se especifique un tiempo claro para que los predios ya existentes puedan obtener su certificación, y un tiempo adecuado para que los nuevos predios se certifiquen. La razón de esta propuesta es asegurar el cumplimiento de la normativa de manera ordenada y tener un registro confiable y actualizado de los predios dedicados a la producción de leche en Colombia.
Otro aspecto clave que ha sido abordado por Fedegán es la necesidad de una mayor precisión en los mecanismos de inspección, vigilancia y control, especialmente en lo que respecta a la comercialización de leche a granel y a las prohibiciones descritas en el artículo 13 del decreto.
La entidad pide aclarar si la leche a granel se refiere tanto a la cruda como a la transformada, y propone la creación de mecanismos efectivos que impidan la mezcla de leches en polvo. A su juicio, la falta de claridad y de mecanismos definidos podría dar lugar a diferentes interpretaciones de la norma, lo que afectaría la correcta supervisión del sector.
Fedegán pide aclarar si la leche a granel se refiere tanto a la cruda como a la transformada.
Fraudes en el reempaque y responsabilidad de las Secretarías de Salud
En relación con el artículo 36 del decreto, Fedegán advierte sobre los riesgos asociados con el reempaque de productos lácteos, sugiriendo que cualquier producto que se reempaque y no sea fiel a su fecha de vencimiento original debe considerarse fraudulento. Asimismo, proponen que los productos lácteos deben especificar claramente en su etiquetado las características de cualquier mezcla realizada. Esto es esencial para evitar el engaño al consumidor y proteger la salud pública, ya que la mezcla de productos vencidos con productos vigentes podría poner en riesgo la calidad de los lácteos.
En cuanto al reempaque de leche en polvo, el Consejo de Estado eliminó en 2021 la prohibición de esta práctica, lo que ha generado inquietudes en el sector. Fedegán sugiere que se amplíe la normativa relacionada con el reempaque y la mezcla de leches en polvo, proponiendo que se añadan artículos adicionales que prohíban esta práctica o, en su defecto, que se fortalezcan los mecanismos de control para evitar fraudes en el proceso. El control sobre la mezcla de leches en polvo resulta complicado en la práctica, lo que podría derivar en problemas de calidad y transparencia.
Un punto adicional que requiere atención, según Fedegán, es la responsabilidad de las Secretarías de Salud municipales y departamentales en las visitas de inspección. El proyecto de decreto, tal como está formulado, no ofrece suficiente claridad sobre el papel de estos entes territoriales en la supervisión del cumplimiento de las normativas. Fedegán insiste en que es crucial dejar explícitamente establecida su responsabilidad para garantizar que se lleven a cabo las inspecciones necesarias de manera efectiva.
Hay que afinar aspectos técnicos sobre la leche cruda y empacada
La Federación advierte que en relación a los requisitos sanitarios y de inocuidad para los productos, es necesario garantizar que la leche cruda sea enfriada a 4°C +/- 2°C en un plazo no mayor a tres horas desde su recepción en las plantas de acopio. De lo contrario, la calidad e inocuidad del producto podrían verse comprometidas, afectando su conservación y valor nutricional.
De otro lado, la entidad anota que «si bien es cierto el proceso de higienización, estandarización y de homogenización reduce el contenido de SNG en el producto final; partiendo de una leche cruda de mínimo 8,5% el resultado final debe ser mayor. Además, se espera que el consumidor reciba el contenido proteico mínimo lo mejor posible y más cercano a la leche materia prima».
Igualmente propone actualizar los límites de bacterias mesófilas y células somáticas en la leche cruda, sugiriendo que los valores máximos no superen las 600,000 UFC/cc (Unidad Formadoras de Colonia) y 500,000 UFC/cc, respectivamente. Estas medidas, además de impulsar la mejor sanidad de la ubre en la producción ganadera del país, fortalecerían el esquema de pago a los ganaderos basado en la calidad de la leche cruda, lo que incentivaría la producción de lácteos de mayor calidad.
Otra observación importante es la propuesta de permitir la venta de leche a granel siempre y cuando se mantengan los mismos estándares de calidad que la leche empaquetada. Para el gremio cúpula de la ganadería, el uso de tecnologías modernas, como las máquinas dispensadoras higiénicas, podría reducir la venta y consumo de leche cruda en poblaciones pequeñas y medianas donde aún hay un gran mercado de leche cruda al consumidor. También recomiendan ajustar los valores mínimos de sólidos no grasos (SNG) y de extracto seco total, asegurando que los productos lácteos procesados mantengan una calidad nutritiva lo más cercana posible a la leche cruda.
La Federación también argumenta que incrementar los valores mínimos de extracto seco total y extracto seco desgrasado en la leche pasteurizada, UHT y esterilizada, tomando como referencias normativas internacionales. Para la leche pasteurizada, se establece un mínimo de 11,4 % de extracto seco total y 8,3 % de extracto seco desgrasado, mientras que para la leche UHT y esterilizada, los valores mínimos son 11,3 % y 11,2 %, respectivamente.
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