El salario mínimo es un desafío para la sostenibilidad empresarial y el bienestar social, según Aliadas
Bogotá. Aliadas reconoce la intención del Gobierno Nacional de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores con el reciente incremento del salario mínimo. Sin embargo, advierte sobre los posibles efectos negativos si esta medida no se acompaña de políticas coherentes y responsables que impulsen el desarrollo empresarial y salvaguarden la sostenibilidad del empleo formal.
El aumento salarial, aunque positivo para los ingresos de algunos trabajadores, impacta de manera desproporcionada a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), que representan el 90 % del tejido empresarial colombiano y generan una parte significativa del empleo formal. Según Aliadas, este ajuste podría traducirse en mayores costos operativos para las mipymes, dificultando el sostenimiento de las nóminas actuales y aumentando el riesgo de informalidad laboral.
Los sectores como la construcción, el comercio, los servicios y la agroindustria, donde los salarios mínimos constituyen una proporción considerable de los costos operativos, enfrentarán fuertes presiones económicas. Esto podría limitar la generación de nuevos empleos formales, especialmente en las regiones con menor desarrollo económico.
Además, Aliadas subraya el efecto inflacionario que puede derivarse del incremento del salario mínimo, dado que numerosos bienes y servicios, como tarifas de transporte, arriendos y matrículas educativas, están indexados al mismo. Esta situación no solo aumenta los costos para las empresas, sino también para los consumidores, agravando la inflación general y retrasando la reducción de las tasas de interés. Este escenario encarece el crédito empresarial, limita la inversión y afecta la capacidad de las compañías para expandirse y generar empleo.
Medidas para balancear las dos orillas
Para enfrentar estos desafíos, Aliadas hace un llamado al Gobierno Nacional y le propone se implementen medidas que garanticen un balance entre el bienestar de los trabajadores y la sostenibilidad empresarial, incluyendo:
Incentivos a la formalización laboral: reducir cargas tributarias y ofrecer beneficios específicos para las mipymes que promuevan la formalización del empleo.
Fomento a la productividad: establecer programas de capacitación y financiamiento dirigidos a las empresas, ayudándolas a adaptarse a los nuevos costos laborales y mejorar su competitividad.
Diálogo sectorial: Crear mesas de trabajo con los sectores económicos más afectados, como construcción, agroindustria, comercio y servicios, para diseñar estrategias específicas que mitiguen el impacto del aumento salarial.
Aliadas reitera su compromiso con la construcción de un país más equitativo y competitivo. “Es vital que decisiones de esta magnitud sean adoptadas con un enfoque integral, considerando las realidades de las empresas y los trabajadores. Solo así se logrará un desarrollo sostenible para Colombia”, concluyó la alianza.