Compártelo en redes

Redacción. Agro-Bio hace un llamado a los agricultores de maíz en todo el país para que cumplan con la normativa de siembra de refugio, una práctica esencial que busca mantener la efectividad del maíz transgénico resistente a algunas plagas principales y la rentabilidad del cultivo a largo plazo.

La tecnología del maíz con la característica Bt permite a la planta generar una proteína —derivada de la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt)— que actúa como defensa natural contra plagas específicas, optimizando el uso de insecticidas y mejorando la productividad en campo. Sin embargo, sostener su efectividad depende de la implementación correcta del refugio.

¿Qué es el refugio y por qué es crucial? El refugio es un lote adyacente o dentro del maíz Bt que se siembra simultáneamente con semillas convencionales o transgénicas con la característica de tolerancia a herbicidas. Esta práctica asegura la supervivencia de insectos susceptibles a la proteína Bt, lo que retrasa el desarrollo de resistencia en las poblaciones de plagas.

“Sembrar el refugio es mucho más que cumplir con una norma: es una estrategia inteligente para proteger la inversión o el bolsillo del agricultor y la sostenibilidad de esta tecnología en el campo colombiano”, afirma María Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de la asociación. Sin el refugio, corremos el riesgo de que las plagas se vuelvan resistentes, lo que aumentaría los costos de producción y reduciría drásticamente la rentabilidad del cultivo”.

Puntos clave de la normativa:

  • Proporción: El refugio debe ocupar un 10% del área total sembrada con maíz Bt.
  • Ubicación: Debe estar dentro del mismo lote o en un área contigua.
  • Distancia: Si se siembra en un lote separado, debe sembrarse a una distancia no mayor de quinientos (500) metros de las áreas sembradas con las semillas del cultivo con la característica de resistencia a ciertas plagas objetivo de la tecnología.
  • Aislamiento: Algo muy importante es que las siembras de maíz genéticamente modificado no se pueden hacer en áreas reconocidas como resguardos indígenas y se siembran siempre dejando como mínimo 300 metros de distancia de cultivos de maíces de variedades criollas.

La colaboración de todos los actores de la cadena es fundamental para preservar la tecnología que ha demostrado ser una herramienta valiosa para el sector maicero de Colombia.

Conozca más información sobre cómo implementar correctamente el refugio, los agricultores pueden visitar:  www.programamari.com


Compártelo en redes

¿Cuál es tu reacción?

Emocionado
0
Feliz
0
Me gusta
0
No estoy seguro
0
Ridículo
0

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

Comments are closed.

Más en:Agricultura