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Montería, Córdoba. El arroz colombiano, el que se produce de semillas cultivadas en Colombia y cruzadas en el país, es un proceso que requiere de mucho tiempo antes de estar en el plato de los colombianos. No es como muchos piensan que, como dice el adagio popular ‘soplar y hacer botella’.

En Colombia, la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) comenzó en los años 90 el programa de mejoramiento del arroz. Desde entonces, a la fecha cuenta con más de 45 variedades registradas en el país.

Conversamos con Nelson Fernando Amezquita Varón, miembro del grupo de mejoramiento genético de Fedearroz, sobre la actividad que realizan desde la Federación para que los agricultores colombianos dispongan de semillas que, de alguna forma, les garanticen que van a obtener buenos resultados.

¿Cuánto tarda el proceso de mejoramiento de una semilla?

NAV: Una variedad tarda desde que estamos haciendo la selección de parentales, hasta que hacemos los cruzamientos y generamos poblaciones donde vamos haciendo selección planta a planta hasta que termina con una nueva variedad entre 6 u 8 años, más los ensayos de registro, es decir, que entre 8 y 10 años se tarda para tener una nueva variedad en un proceso de mejoramiento genético.

¿Pueden ir haciendo al mismo tiempo varios procesos?

NAV: Claro, el programa de mejoramiento de Fedearroz-FNA siempre tiene proceso circular, no es que arrancó uno y termino en diez años, sino que todo el tiempo estamos haciendo cruzamientos, selección, verificación de nuevas líneas candidatas para ser las variedades y es por eso que en promedio tenemos variedades más o menos cada dos años.

¿En el proceso cuántas líneas pueden estar trabajando?

NAV: Movemos muchas líneas en el programa, podemos estar haciendo al año cerca de mil cruzamientos, es decir, mil nuevas poblaciones para entrar al proceso de mejoramiento genético.  Esos mil cruzamientos nos permiten tener al año, cerca de 8 mil poblaciones de selección que llamamos nosotros poblaciones segregantes y al final tener, cada año, candidatas alrededor de 50, 100 hasta 200 líneas candidatas que ya son líneas avanzadas que nos permiten entonces, ir perfilando las que van a ser nuevas variedades.

El proceso para obtener una nueva variedad de arroz se tarda entre 8 y 10 años, partiendo de la selección de parentales, hacer cruzamientos y posteriormente la selección planta a planta y finalmente los ensayos en diferentes ambientes.

¿El programa de mejoramiento se hace en todos los centros experimentales?

NAV: El programa funciona como uno solo, pero en cada uno de los centros experimentales como son Santa Rosa en Villavicencio, Las Lagunas en Saldaña-Tolima, Piedra Pintada en Aipe-Huila y La Victoria en Montería, participamos haciendo todos los procesos de mejoramiento como uno solo. La gran virtud de nuestro programa es que tenemos la posibilidad de someter las líneas desde todos los centros en muchos ambientes, eso nos da una adaptabilidad para cuando el agricultor siembre variedades de Fedearroz pueda tener la seguridad de que es un material que se adapta a sus condiciones.  Y también se prueban en fincas de agricultores para poder tener esa gran interacción de la genética que estamos trabajando con el ambiente arrocero colombiano y así poder ofrecer una adaptación, es decir que las variedades se comporten bien en muchas regiones, pero también una estabilidad, es decir, que las variedades año tras año sean muy productivas.

¿Cuántas variedades ha sacado el programa?

NAV: Desde los años 90 cuando comenzó el programa hasta hoy en día contamos con más de 45 variedades registradas en Colombia, por supuesto, una variedad va cumpliendo un ciclo y van siendo reemplazada por nuevas, cada vez que podamos hacer más mejoramiento, teniendo en cuenta las variables de rendimiento, adaptación, tolerancia a enfermedades, calidad de grano que es muy importante y poder estar ofreciendo siempre la posibilidad de ofrecer al agricultor de tener nuevas alternativas.

Cuando se dice mejoramiento genético, ¿significa que ustedes la modifican?

NAV: Nosotros no trabajamos organismos modificados, hacemos uso de lo que nosotros hemos conocido como el mejoramiento genético clásico, aprovechamos lo que la naturaleza nos dio en una especie tan rica como el arroz y que nos permita ir enfocando la selección de las características que normalmente se encuentran en la especie de arroz a las necesidades de los agricultores. Básicamente lo que hacemos es conseguir, en esa diversidad de arroz, plantas o líneas o genotipos que tienen las características que necesitamos, las cruzamos, arroz con arroz, y sus hijos son parte de la selección para buscar aquellos mejores hijos y descartarlos si es que no son tan buenos.

De manera que lo que hacemos es una selección dentro de la misma especie, más no modificación, sino aprovechando la genética que tiene un cultivo, para poder tener nuevas semillas que sean útiles en los campos de los agricultores.

¿Lo que se hace es seleccionar lo mejor de cada uno para combinarlas?

NAV: Exactamente y esa combinación es la que nos permite tener familias que muestran buenos hijos y malos hijos y el rollo está un poco en seleccionar esos buenos hijos para que sean las nuevas variedades.

¿Qué escogen de las semillas?

NAV: Cada semilla tiene toda la información genética. Qué nos interesa en una planta de arroz, que se defienda frente a los insectos, frente a otras enfermedades, también vamos midiendo si la planta es más alta, es más bajita, si la hoja puede captar más los rayos del sol o no, son variables que siempre estamos midiendo desde el punto de vista fisiológico, pero también debemos mediar aquellos componentes que son de rendimientos, entonces allí vamos a ver cuándo la planta es capaz de florecer y llenar sus granos, estamos viendo cuántos granos tiene una panícula, cuántas panículas pone una familia por hectárea, cuántos de pesados son esos granos o no, y una vez cosechamos esos granos, vamos al laboratorio de calidad de grano y ahí empezamos a mirar si recupera unas buenas características para la industria, una buena apariencia de ese grano para el mercado, o al final, incluso, la cocción.

Entonces tenemos equipos que nos permiten medir las variables de cocción, si el arroz cocina pegajoso, suelto si el grano es largo, si crece en la olla, si la textura de ese arroz es agradable al paladar o no, todas esas variables suman para poder determinar si uno de esos hijos de aquellas combinaciones que hicimos de la población inicial es capaz de cumplir los requisitos que pide el mercado, que pide el agricultor, la industria y por supuesto, nosotros que comemos arroz.


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