Comunidades indígenas reciben $9.386 millones en créditos subsidiados por el Ministerio de Agricultura
Bogotá. En cumplimiento con el compromiso de cerrar brechas en las poblaciones más vulnerables del país, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural otorgó más de $2.000 millones en subsidios a la tasa de interés, los cuales apalancaron créditos por $9.386 millones destinados a comunidades indígenas y étnicas. Estos recursos priorizados para subsidio a la tasa, lanzados durante la Feria Agroexpo, el pasado 10 de julio de 2025, fueron administrados por Finagro y desembolsados a través de créditos del Banco Agrario.
Los desembolsos estuvieron orientados principalmente a pequeños y medianos productores y fueron utilizados para financiar el fortalecimiento de proyectos productivos enmarcados en seguridad alimentaria, capital de trabajo y compra de insumos. El monto promedio de crédito por beneficiario fue cercano a $17 millones, lo que refleja un mayor acceso a financiamiento formal en poblaciones rurales históricamente excluidas del sistema financiero.
“En este Gobierno, el Gobierno de la Reforma Agraria, el Desarrollo Rural y el reconocimiento del campesinado y los pueblos étnicos, ratificamos que la democratización del crédito agropecuario también incluye a los pueblos indígenas. Estas comunidades, protectoras de la vida, los boques y también del suelo agropecuario, hacen un aporte vital a la producción alimentaria desde la agricultura familiar y comunitaria. Gracias también a ellas y ellos reforzamos la seguridad alimentaria del país”, manifestó la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Martha Carvajalino.
La mayor concentración de desembolsos se registró en Nariño, con $6.290 millones; seguido por Cauca ($1.648 millones) y Córdoba ($645 millones). También se beneficiaron comunidades indígenas en Sucre, Caldas, Tolima, Putumayo, La Guajira, Casanare, Risaralda, Amazonas y Guaviare.
Disminuir las brechas de acceso al crédito
Este esfuerzo del Gobierno nacional busca reducir las brechas de acceso al crédito y dinamizar las economías locales, para garantizar que productores y productoras indígenas puedan fortalecer sus unidades productivas, aumentar sus ingresos y mejorar su capacidad de comercialización.
“En Finagro, como banco de segundo piso, tenemos la misión de democratizar el crédito agropecuario de la mano de nuestro principal aliado financiero que es el Banco Agrario y para ello también pusimos no solo los recursos de subsidios a la tasa que administramos sino las garantías del Fondo Agropecuario de Garantías (FAG)”, explicó Alexandra Restrepo, presidenta de Finagro, quien además resaltó el trabajo en equipo con Giovani Yule, director general la Unidad de Restitución de Tierras, para la promoción de esta bolsa de recursos priorizados a comunidades indígenas.
Por su parte, el presidente del Banco Agrario, Hernando Chica Zuccardi, manifestó que, gracias al trabajo conjunto con el Ministerio de Agricultura, Finagro y otras entidades, “hemos cumplido el llamado del presidente Gustavo Petro de irrigar crédito en condiciones favorables a todos los sectores de la población, incluidas las comunidades indígenas que requieren financiación para sacar adelante sus proyectos productivos, por lo que las seguiremos apoyando cada vez más, no solo con recursos sino con acompañamiento a sus inversiones, educación financiera y todo nuestro amplio portafolio de productos y servicios”.
Vale indicar que el 99,1 % de los créditos desembolsados por el Banco Agrario contaron con el respaldo del Fondo Agropecuario de Garantías (FAG) de Finagro, a través del cual el Gobierno nacional actuó como fiador para facilitar el acceso al financiamiento de productoras y productores. En el caso de quienes accedieron a su primer crédito, se otorgaron coberturas de hasta el 90 % del valor del préstamo, brindándoles un respaldo adicional al momento de solicitar el financiamiento.
Con esta estrategia, el Gobierno del presidente Gustavo Petro, a través del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, ratifica su compromiso de llevar instrumentos financieros a quienes más los necesitan, para asegurar que el crédito sea una herramienta efectiva para fortalecer la seguridad alimentaria y transformar productivamente el campo colombiano.