Colombia y Corea del Sur sellan acuerdo histórico para la gestión territorial
Bogotá. Colombia acaba de dar el paso más decisivo en décadas para transformar su sistema catastral. El Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac) y la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica), el Gobierno de la República de Corea del Sur, formalizaron la creación del nuevo Centro Nacional de Capacitación para el Catastro Multipropósito, una iniciativa que promete saldar una de las deudas históricas más críticas del Estado colombiano: la gestión eficiente, transparente y equitativa del territorio.
Este proyecto, anunciado en diciembre de 2024, representa —en palabras del director del Igac, Gustavo Marulanda Morales— “un hito en la cooperación bilateral y una apuesta decidida por transformar radicalmente la manera en que Colombia administra, actualiza y utiliza su información geoespacial”.
Marulanda Morales es enfático al contextualizar la magnitud del desafío: “En 2016, cuando se cerraban los acuerdos de paz, se identificó como gran reto la formación del recurso humano necesario para avanzar en la política pública de catastro. Se trazaron ocho años para implementarlo. Hasta la fecha, llevamos un 30% del territorio cubierto triplicando la base de actualización catastral de gobiernos anteriores”. Este centro es la pieza clave para acelerar esa meta.
Una alianza estratégica con visión continental
¿Por qué Corea del Sur invierte casi USD 7 millones en el catastro colombiano? La respuesta es clara: porque reconoce el poder transformador de una gestión territorial moderna y ve en Colombia un socio estratégico para liderar este cambio en América Latina. A través de su programa de Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD), el Gobierno coreano identificó a Colombia como país prioritario para exportar su exitoso modelo de administración de tierras.
La inversión financiará durante cuatro años no solo infraestructura, sino un ecosistema completo de conocimiento que incluye: Equipamiento tecnológico de última generación para procesamiento de información geoespacial; desarrollo de un plan maestro de formación técnica especializada y certificada; misiones de transferencia de conocimiento entre expertos coreanos y colombianos; programa continuo de capacitación para entidades nacionales, departamentales y municipales. Este no es un proyecto aislado: es una estrategia de país con impacto regional.
Lo verdaderamente disruptivo de este proyecto no es el edificio ni los equipos. Es la formación masiva y especializada que recibirán más de 7.600 funcionarios del Igac, el Departamento Nacional de Planeación (DNP), la Agencia Nacional de Tierras (ANT), la Superintendencia de Notariado y Registro (SNR) y administraciones locales de todo el país.
Estos profesionales dominarán Catastro Multipropósito, tecnología geoespacial avanzada, sistemas de información territorial y metodologías innovadoras que transformarán la manera en que Colombia conoce, planifica y administra su territorio. Esta profesionalización permitirá resultados concretos e inmediatos como:
- Mejorar drásticamente la precisión de la información sobre tierras y propiedad
- Acelerar procesos de formalización y titulación en zonas rurales
- Fortalecer la planificación territorial urbana y rural con datos reales
- Fundamentar políticas públicas en información actualizada, confiable y transparente
Para Eleonora Betancur, directora de la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia (APC-Colombia), “es muy importante contar con entidades comprometidas como el Igac que reflejen la voluntad de fortalecer capacidades, reducir brechas territoriales y construir paz desde el liderazgo tecnológico, el uso del catastro y la información geoespacial sostenible en todo el territorio”.
“Un proyecto que deja huella para construir el territorio”
Gustavo Marulanda Morales resume así la trascendencia de este momento: “Aplaudimos que Corea se haya comprometido con esta causa. Esto significa un hito histórico para Colombia y para el Igac. La puesta en marcha de este proyecto marca un punto estratégico en la manera en que Colombia forma su talento humano y fortalece el reconocimiento de las capacidades del recurso humano colombiano y del continente”.
El director del Igac cierra con una visión de país: “Este proyecto genera una visión compartida desde un catastro moderno y sólido para construir una Colombia equitativa y justa en la distribución de la tierra. Este proyecto deja, sin duda, una huella profunda para construir el territorio: una geografía para la vida”.
El cambio estructural que Colombia esperaba desde hace décadas
Durante más de 30 años, la desactualización catastral ha sido señalada como uno de los obstáculos más graves para el desarrollo equitativo del país. La falta de información precisa sobre propiedad y uso del suelo ha frenado la recaudación tributaria, bloqueado la formalización de tierras, debilitado la planificación territorial y perpetuado la inequidad rural.
Con la creación del Centro Nacional de Capacitación, Colombia no solo fortalece capacidades técnicas: sienta las bases institucionales para un modelo de administración territorial justo, transparente y articulado. Un modelo donde la información geoespacial sea accesible, confiable y esté verdaderamente al servicio de quienes toman decisiones que impactan la vida de millones de colombianos.
Este es el comienzo de una transformación profunda y estructural. Y con Corea como aliado estratégico, Colombia está lista para hacerla realidad.











