Claves para reducir la huella de carbono ante una crisis energética

Bogotá. Ante los diferentes cambios climáticos en el país que pueden afectar la calidad de vida de los colombianos, las acciones para ahorrar energía y reducir el impacto ambiental se han vuelto más urgentes que nunca. Según el experto Didier Camilo Sierra Flórez, director de la Escuela Territorial del Agua de la Universidad Antonio Nariño (UAN), “es fundamental que tanto las familias como las empresas adopten medidas simples pero efectivas para minimizar su huella de carbono y mejorar la eficiencia energética en el país”.

El experto de la UAN, se refirió a algunos mitos en torno al ahorro de energía: “ahorrar energía no requiere una inversión inicial elevada. Pequeñas acciones como apagar dispositivos en modo de espera o ajustar el termostato no solo son gratuitas, sino que también resultan en ahorros significativos a largo plazo”. Un ejemplo claro es el uso de regletas inteligentes, que evitan el consumo de energía innecesaria de aparatos en modo de espera, los cuales pueden representar hasta el 10% del consumo total del hogar.

Retos inmediatos de la energía

• Dependencia hidroeléctrica: La alta dependencia de fuentes hidroeléctricas hace que el país sea vulnerable a fenómenos climáticos como ‘El Niño’, lo que puede afectar gravemente las reservas de agua y, por ende, la generación eléctrica.
• Crecimiento de la demanda: Se estima que la demanda de energía crecerá a un ritmo del 3% anual hasta 2037, lo que requiere una oferta adecuada que incluya más fuentes renovables según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif).
• Marco regulatorio: Es necesario establecer un marco regulatorio claro y efectivo para fomentar inversiones en energías renovables y facilitar la participación de los consumidores como productores (prosumidores) de energía.
• Incentivos económicos: Mantener y extender los incentivos tributarios para proyectos de energías renovables es fundamental para atraer inversiones y asegurar el desarrollo sostenible del sector.
• Infraestructura y conexiones: Se requiere mejorar la infraestructura de transmisión eléctrica para evitar sobrecostos y garantizar un suministro constante, especialmente en regiones con alta demanda.

Acciones simples para reducir tu huella de carbono

“Apagar luces y dispositivos electrónicos cuando no se usan, cambiar a bombillas LED, y ajustar el termostato a temperaturas moderadas son pasos sencillos pero poderosos para reducir el consumo de energía en el hogar”, afirma Sierra y añade, “es recomendable optimizar hábitos cotidianos, como lavar la ropa con agua fría y desconectar los aparatos electrónicos que no estén en uso, lo cual puede reducir hasta un 25% del consumo energético de una vivienda”.

Otro consejo importante es disminuir el consumo de carne roja y optar por productos locales, lo que no solo reduce las emisiones de carbono asociadas con la producción de alimentos, sino que también fomenta una economía más sostenible.

“Desde la Universidad Antonio Nariño, se están impulsando proyectos tecnológicos enfocados en energías renovables y soluciones para mejorar la eficiencia en comunidades rurales. Entre estos proyectos destacan los sistemas de generación de energía a través de biodigestores y fuentes no convencionales de energía, con el fin de ofrecer alternativas sostenibles tanto para familias como para empresas”, expone Sierra.

Proyecciones futuras

1. Diversificación de fuentes: El 77,85% de la generación total de energía en el periodo indicado proviene de fuentes renovables, mientras que el 22,15% corresponde a no renovables. Esto refleja una fuerte dependencia del país en fuentes sostenibles de energía, especialmente hidráulica según Sistema Interconectado Nacional (SIN).
2. Inversiones necesarias: Se estima que el portafolio de proyectos de energías renovables en Colombia alcanzará aproximadamente 2.200 millones de dólares para el año 2024. Esta cifra refleja un creciente interés tanto de empresas locales como extranjeras en desarrollar estos proyectos en diversas regiones del país, según datos de la Asociación de Energía Renovables (SER).

La educación y la sensibilización juegan un rol clave en la transición hacia un consumo energético más consciente. “Involucrar a las comunidades desde la academia, con proyectos reales que ofrezcan soluciones tangibles, es fundamental para reducir el impacto de nuestros hábitos energéticos”, concluyó el experto de la UAN.