Campo Visible: Ciénaga de Las Marías, nostalgia de humedales que desaparecen

ExSecretario de Cultura de Buenavista. Gestor cultural.

Por Óscar Meléndres Garcés

El corregimiento de la Ciénaga de Las Marías se encuentra situado a once kilómetros aproximadamente de la cabecera urbana del municipio de Buenavista Córdoba.

Para llegar hasta esta población se toma la vía que conduce al corregimiento de Tierra Santa y a poca distancia para llegar se este, se toma un carreteable que conduce hasta este bello punto de la geografía local.

El corregimiento deriva el nombre al espejo de agua que tiene frente a sus casas y que sirve para dinamizar el componente económico de los habitantes de toda esta zona.

Dicen los más adultos que otrora existió en la región un complejo cenagoso de mucho reconocimiento en toda la zona, al cual fue dado el nombre de Los Dardanelos.

De todo ese complejo hasta los recuerdos van desapareciendo. La mano del hombre intervino algunos puntos neurálgicos para el sistema sin medir las consecuencias y estas pasan facturas, cada vez más costosas para la naturaleza nativa y para la vida misma del hombre que habita en la zona.

El corregimiento, en gran medida, debe su sustento a la ciénaga. Durante el invierno la actividad principal es la pesca artesanal.

Después de largas faenas, adentrados en las aguas, los hombres de la población comercializan el resultado de su trabajo y eso les permite garantizar el ingreso económico al seno de la familia.

En la época de verano la ciénaga se seca y sus playones son utilizados por ganaderos de la región para pastar su ganado en un amplio sector. Pero, existe también, en los tiempos de verano, la actividad agrícola.

Desde el mes de noviembre aproximadamente las familias del corregimiento se preparan para sembrar sus cultivos en parte de los terrenos que les presta su vecina más amada, la ciénaga.

Entre los productos que se cultivan en esta región se encuentran: sandía o patilla, maíz y frijol cabecita negra entre otros. Las extensiones de los cultivos llegan también hasta la Ciénaga de los Zambos, vereda que pertenece a este corregimiento.

Casitas de bahareque, que se van transformando con el paso de los años, le dan una imagen de ruralidad al corregimiento. Le dan una connotación única que invita a visitar de forma seguida este territorio.

Además, es importante destacar que este pueblito tiene patios extensos que cuentan con enormes árboles dentro de los que sobresalen mangos de diversas especies o sabores.

Como práctica organizativa destacada el corregimiento cuenta con una Junta de Acción Comunal, en materia deportiva se realizan torneos regionales de microfútbol y tiene un enorme grado de familiaridad entre sus habitantes.

En este territorio el apellido más común es Serpa y la convivencia entre sus pobladores es bastante pacífica.

Visitar al corregimiento de Las Marías genera una indescriptible conexión con la naturaleza. Se respira aire puro y se evidencia una belleza incomparable que transporta a la persona a una sensación de regocijo y confort.

Cuentan algunos ancianos que sufren de nostalgia por los humedales que desaparecen. Dicen que esa desaparición es motivada por el afán de construir riquezas desmesuradas y a costa de acabar con ecosistemas propios de la región que son supremamente necesarios para que se desarrolle el ciclo natural de la flora y la fauna.