Campo Visible: Ahí es Geño Brú
Por Óscar Melendres Garcés.
Marcar la vida de los colectivos sociales es una gesta que pocas personas tienen el privilegio de alcanzar.
Eugenio Brú Pineda, tuvo la gran fortuna de eternizarse en la sociedad del municipio de Buenavista Córdoba debido a que dedicó su vida a dos pasiones, que le fueron retribuidas con sentimientos de afecto y gratitud: la docencia y el arte de la música.
Militante connotado durante muchos años del Partido Conservador Colombiano y enamorado permanente de María Herazo, su compañera de vida, relación de la cual nacieron Ferney Otón, Kilia Zulma, Eugenio Medel y Marcos.
Con el ejercicio de la educación aportó a la formación de un alto número de buenavisteros en la Escuela Urbana de Varones, que luego pasó a ser Escuela Mixta Central. Además esta labor también la desempeñó en la Escuela José Rojas, una iniciativa de carácter privado que emprendió junto a otros docentes de la época.
Una de las primeras crónicas locales convertidas en canción vallenato que escuché es “El Cañaguadazo” una composición de corte costumbrista que toca los umbrales de la fogosidad y que fue compuesta de manera magistral por Geño Brú.
Recibió formación como seminarista e hizo parte de la agrupación musical Los Catedráticos la cual es de gran recordación por generaciones de la época.
Varias de sus composiciones llegaron a estudios de grabación interpretadas por Julio Mejía y en los últimos años emprendió un proyecto artístico acompañado por sus hijos y logró que sus creaciones circularan en varias plataformas musicales.
Geño Brú, el docente, el acordeonero, el compositor, el esposo, el padre….el amigo de todos partió a los cielos habiendo logrado en la tierra una hazaña que pocos logran: eternizarse en el pensamiento colectivo.
Paz en su tumba y fortaleza a su familia.
Muy linda la columna
Gracias Oscar por tan bella labor resaltar la Historia de nuestro pueblo incluyendo los personajes que dejaron huellas.
Felicitaciones y gracias don Óscar por ese homenaje a un personaje de este pueblo que merece eso y mucho más. Aunque no hace mucho tiempo que conocí a Don Eugenio BRU, pude percibir a una persona noble que contagiaba de su entusiasmo y al que usted, con su columna, me enseñó a conocer más de una gran persona que sorpresivamente nos deja una gran nostalgia pues esperábamos tenerlo un tiempo más para seguir aprendiendo de él. De nuevo felicitaciones don Óscar por su magnífica columna y ese aporte enriquecedor de una historia ejemplo,de un hombre valioso digno de imitar
Gran reconocimiento para un extraordinario ser humano, para los que tuvimos la fortuna de recibir clases en la emblemática Escuela Urbana para Varones lo recordamos con admiración, cariño y respeto. Q.EP.D