Campesinos de Antioquia recibieron más de 3.600 hectáreas de tierra que pertenecieron a paramilitares y narcotraficantes

Tarazá, Antioquia. Dieciséis predios que pertenecieron a exjefes paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia, pasaron a manos de familias campesinas de Caucasia, Tarazá, Cáceres, Puerto Berrío, Zaragoza y Necoclí, en Antioquia.

Los predios, que suman 3.671 hectáreas, pertenecieron a Ramiro Vanoy, alias Cuco Vanoy, y a Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, y fueron comprados por la Agencia Nacional de Tierras al Fondo de Reparación para entregárselos a asociaciones campesinas con vocación agrícola del Bajo Cauca, el Magdalena Medio y el Urabá antioqueños.

En el Bajo Cauca se entregaron 3.280 hectáreas de tierra productiva, 584 de ellas en Tarazá, donde se constituyó la semana pasada una de las primeras Zonas de Reserva Campesina del departamento de Antioquia, conformada por 42.973 hectáreas para la producción de alimentos y la preservación del medioambiente.

“Esta entrega y la Zona de Reserva Campesina de Tarazá harán que el Bajo Cauca sea fuente de vida, fuente de alimentos, y este es un mensaje para el país, de que sí hay Reforma Agraria, sí hay un gobierno que cumple. Y que cumple para construir la paz. La Reforma Agraria solo es posible si el campesinado se une y está decidido a exigirle al Estado que nunca más se repita la barbarie paramilitar”, señaló la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Martha Carvajalino, durante el evento.

Entre los beneficiarios que recibieron tierras de parte de la ANT están comunidades étnicas afrodescendientes, especialmente mujeres cabeza de familia.

Por su parte, Felipe Harman, director de la Agencia Nacional de Tierras, aseguró que “hoy cumplimos con 14 mil hectáreas a las campesinas y campesinos del Bajo Cauca. Hoy estamos cumpliendo con un acto de justicia y también de consolidación del Bajo Cauca como un territorio de paz. En el marco de esta política se constituye un Distrito de Reforma Agraria, y en este distrito queremos que no solamente se fomente la productividad, sino la asociatividad y la posibilidad de que las y los campesinos produzcan más. También se ha constituido la Zona de Reserva Campesina de Tarazá, para reivindicar el papel del campesino en la historia por la tierra y para que jamás la violencia atente contra la vida del campesinado”.

De estas 3.671 hectáreas, 277 que fueron entregadas en el municipio de Puerto Berrío pasarán a manos de la Asociación de Comunidades Negras (Asocone), conformada en un 95% por mujeres que sembrarán cacao, yuca y plátano en sus nuevas tierras fértiles.