Redacción. Es el momento propicio para que la comunidad en general y las autoridades desarrollen acciones para prepararse para la temporada de huracanes en el Oceáno Atlántico que este año, de acuerdo con el último informe del Centro Nacional de Huracanes de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NHC-NOAA) y dado a conocer por el Ideam, existen las condiciones atmosféricas y marítimas para el desarrollo de ciclones tropicales.
En el Océano Atlántico, mar Caribe y golfo de México, se prevé de entre 15 a 21 tormentas tropicales, de las cuales entre 7 a 10 llegarían a alcanzar la categoría de huracanes, y de ellas entre 3 y 5 podrían alcanzar una categoría mayor, es decir, huracanes categoría 3, 4 o 5. Y la presencia de estos huracanes se dará hasta el 30 de noviembre.
El mayor riesgo en Colombia es para el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, pero en el resto del caribe colombiano también se siente la influencia de estos huracanes.
Tomar medidas
El Ideam, como autoridad meteorológica nacional, tiene a su cargo el seguimiento y monitoreo de los ciclones tropicales, así como la responsabilidad de emitir los pronósticos respectivos sobre la probable intensidad y trayectoria. De igual manera, informar permanentemente sobre las alertas ante posibles repercusiones en el territorio nacional. Por lo tanto, recomienda al Sistema Nacional de Gestión de riesgos de Desastres, alcaldes gobernadores y a la comunidad en general, prepararse para la presente temporada de huracanes, revisar los planes de emergencia y mantenerse informado.
Por lo anterior el Ideam informa y recomienda activar y reforzar las medidas de prevención orientadas a la reducción de los riesgos causados por esta clase de eventos, tanto al Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres con especial llamado a los Consejos Territoriales de Gestión del Riesgo de Desastres y a los Consejos Departamentales y Municipales de la región Caribe y del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, para que, junto con las comunidades se tomen las medidas necesarias para evitar pérdida de vidas humanas y bienes materiales.
Sugiere desarrollar acciones para asegurar debidamente los techos de las casas, revisar e identificar los árboles que representen amenaza por su débil condición y que puedan caer sobre las redes de energía eléctrica o casas para que puedan ser podados. De igual forma, se sugiere a operadores de embarcaciones de poco calado, turistas y pescadores a seguir de cerca la evolución diaria de las condiciones meteorológicas y marinas, y atender las recomendaciones emitidas por las capitanías de puerto.
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