Artesanos con Visión Empresarial necesitan ampliar su mercado de muebles y artesanías
San José de Uré. Son diez familias, entre madres cabeza de hogar, jóvenes y adultos mayores, que le han apuntado a la artesanía con base en la madera para salir adelante en una población lejana de la zona urbana. Son la Asociación de Artesanos con Visión Empresarial (Asoacve) ubicada en el corregimiento Bocas de Uré del municipio de San José de Uré.
Su actividad artesanal la iniciaron con el reciclaje de recipientes de plástico, y gracias a ello recibieron apoyo estatal a través del programa ‘El campo emprende’ del ministerio de Agricultura en 2016, pero lo de ellos era la madera. Así que decidieron cambiar el material para elaborar sus artesanías.
En el 2018 ya estaban trabajando la madera y eso les dio la oportunidad de participar en otra convocatoria del ministerio de Agricultura del mismo programa. También lograron ganar la convocatoria y contaron con el apoyo económico. Ese respaldo les permitió adquirir maquinaria para la elaboración de muebles.



Los artesanos de Asoacve han aprendido el oficio de hacer muebles con todas las técnicas requeridas.
La asociación está conformada por madres cabeza de hogar, jóvenes, población afro e indígena que se dedican a elaborar artesanías de madera que reflejan las tradiciones culturales de la región. Estas artesanías se comercializan con colegios, iglesias y personas naturales. También elaboran muebles que comercializan en hoteles, entre otros.
Igualmente han trabajado con cabildos indígenas, consejos comunitarios y grupos de acción comunal de San José de Uré, Puerto Libertador, Montelíbano y La Apartada para el mejoramiento de vivienda (carpintería, ebanistería, instalación de puertas y ventanas, entre otros). Los recursos para el mejoramiento de vivienda provienen de los proyectos de responsabilidad social empresarial de compañías minero energéticas presentes en la zona.
Necesitan enlace comercial
“Asoacve tiene seis años de existencia, pero solo cuatro de ellos hemos estado formalizados. No podemos negar que el apoyo del Estado nos ha ayudado a mejorar, a tener mejores herramientas. Pero en este momento queremos que nos ayuden con los enlaces comerciales. Nosotros vivimos en un corregimiento bastante alejado de la zona urbana, por eso necesitamos ampliar el mercado para tener la sostenibilidad del negocio, para hacerlo perdurable en el tiempo”, explica Inés María Martelo Acosta, representante legal de la Asociación, en diálogo con el portal En Nuestro Campo.
En lo más duro de la pandemia, en el 2020, pudieron sobrevivir porque la Asociación tiene cuatro líneas de trabajo: soldadura eléctrica, obras civiles, artesanías y ebanistería.
“La mayoría de los asociados son técnicos, capacitados por el Sena, eso nos ayudó a sostenernos en los momentos más difíciles de la pandemia. Pero necesitamos ampliar nuestro mercado. Hemos participado de ferias, de mercados campesinos para que nos conozcan y nos busquen, y soliciten nuestros servicios”, agregó Inés Martelo.

Los jóvenes y las mujeres participan en la elaboración de algunas de las pequeñas artesanías.
La materia prima se la compran a depósitos de madera que tienen los permisos para ese tipo de comercialización.
A ella, al igual que a las otras madres de familia de Asoacve les preocupa que los jóvenes que hacen parte de la Asociación se desanimen al ver que no llegan los recursos. Quieren que trabajen y al mismo tiempo tengan cómo seguir capacitándose para que ayuden a sus familias porque en la zona son pocas las posibilidades de tener un buen empleo.











