Compártelo en redes

Redacción. Tanto en la sociedad como en las empresas existen personas que por su forma de ser pueden llegar a realizar mucho daño. Si bien una personalidad destructiva a veces es difícil de identificar es necesario que en las organizaciones se detecten por sus potenciales riesgos.

El envenenamiento de pozos es la contaminación deliberada de recursos de agua potable con la finalidad de causar enfermedades o la muerte, o bien de impedir el acceso a recursos de agua dulce a un oponente. Lo inventaron personas supresivas.

¿Pero que es la supresión? se puede definir como: aplastar, no dejar ser, no dejar alcanzar. La supresión es una acción o intención dañina ante la cual sientes que no te puedes defender.

La supresión es mucho más común de lo que te imaginas, y puede ser directa o sutil. Muy a menudo se lleva a cabo bajo la máscara de una idea muy noble: Cuando los gobiernos, para ganar votos, crean grandes programas de beneficencia mediante los cuales regalan dinero a los pobres y al final los mantienen pobres para siempre. Es lo que uno obtiene cuando regala peces en vez de enseñar a pescar. Todo esto es una actividad muy supresiva y común.

No está en tu presupuesto

En el caso de las empresas el principal problema con la gente destructiva es que no cuentan en su presupuesto con que se van a encontrar con ellos y, por lo tanto, no están preparadas para manejarlos, como tampoco lo están para manejar un equipo cuando está afectado por uno de estos psicópatas.

Otro aspecto que es evidente, pero del que pocos ejecutivos son conscientes, es que hacer que algo no funcione es mucho más fácil que hacer que algo funcione bien.

Destruir es demasiado fácil, pero construir, muy difícil. Por lo tanto, las personas supresivas, aunque son la gran minoría, pueden acabar con una empresa, con una familia o con un país, así la gran mayoría esté a favor de construirla. Una sola persona puede arruinar fácilmente el clima laboral de un equipo de veinte miembros, así los otros diecinueve quieran estar en paz.

Las personas supresivas no dan la impresión de estar mentalmente enfermas, en absoluto; aunque están totalmente locas y lo único que quieren es destruir a los demás, haciéndolo de manera encubierta. Y si son inteligentes, pueden lograr ascensos y grandes puestos en la política, en la economía y en las altas esferas de influencia de un país. Después, la economía se desploma, la moneda se devalúa, la educación pública educa hacia la idiotez, la salud del país se enfoca en la enfermedad y hace de ella un gran negocio. Todo eso es fruto de los supresivos.

Este tipo de personas al final son descubiertas, aunque esto algunas veces tome años. El problema es que, por lo general, cuando se logra ya es demasiado tarde y el matrimonio ya está acabado, la empresa destruida, la amistad quebrada, la autoestima por el piso y todo esto parece imposible de reconstruir.

Por todo esto la cura está realmente en la prevención, y esta tiene que ver con conocer y detectar las características del supresivo.

Características

Se les llama de diferente manera: personas tóxicas, cizañeros, psicópatas, venenosos, ponzoñosos, manipuladores, intrigantes, instigadores y supresivos, entre otros, pero siempre se trata de los mismos. Se han estudiado sus características desde diferentes ángulos y se llega a lo mismo siempre. Si estudias las siguientes características y sus manifestaciones, podrás descubrirlos a tiempo… antes de que sea demasiado tarde:

Generalizan en su comunicación, especialmente cuando se trata de la crítica o la invalidación: “Todos dicen que no tienes talento”, “La mayoría piensa que tu idea no es buena”. Además, trafica siempre con malas noticias, con crítica e invalidación, y no transmite las buenas noticias o la comunicación.

Al tratar de invalidar constantemente a todas las personas a su alrededor, a menudo la gente cercana al supresivo tiene baja autoestima y es propensa a equivocarse, a cometer errores y a enfermarse de manera crónica. Independientemente de si son sus hijos, su pareja o sus propios hermanos, la persona supresiva hace que estos lleven una vida llena de drama, de altibajos y de enfermedades psicosomáticas y accidentes inexplicables, todo esto causado por su influencia.

Cuando los descubres haciendo sus fechorías, por lo general no sienten miedo. Para ellos se trata de una falla técnica que tienen que corregir. No se avergüenzan de sus actos. Incluso llegan a confesar de manera descarada sus crímenes, si se les obliga. No sienten vergüenza, las cosas simplemente sucedieron.

Están en contra de cualquier ayuda, la idea de ayudar a alguien los vuelve frenéticos y tratan de entorpecer toda actividad de ayuda de manera oculta o directa. Su ayuda suele terminar siendo más destructiva que ayuda en realidad. Disfrazan de caridad sus acciones destructivas.

No respetan la propiedad. Si les prestas dinero o propiedades, a menudo te devuelven menos o en peor estado, y al final terminas siendo criticado y les sales debiendo.

Es interesante que cuando descubres a esta persona y la sacas rápidamente de tu compañía, todo se calma de repente, el clima laboral en la compañía mejora mucho y la gente siente como si se les hubiera quitado una gran piedra de sus zapatos. Además de eso, la empresa de repente comienza a lograr mejores resultados.

369 Views

Compártelo en redes

¿Cuál es tu reacción?

Emocionado
0
Feliz
0
Me gusta
0
No estoy seguro
0
Ridículo
0

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más en:Actualidad