Producción ganadera sí puede llegar a la carbono neutralidad
Montería. Los resultados del trabajo investigativo de la tesis doctoral de Yonathan Méndez Nobles es el primer paso para mostrar que la producción ganadera sí puede ser carbono neutral. Depende en gran medida del manejo que se le dé al sistema y de las herramientas con las que se cuente para ello.
El estudio realizado en 9 fincas de Córdoba, tres del sistema intensivo, tres del regenerativo y tres del rotativo en los municipios de Montería, Sahagún, San Carlos, Moñitos, Chimá y Pueblo Nuevo muestran que es posible producir ganado, ya sea de carne o de leche, sin afectar el ambiente.
La tesis doctoral: Una herramienta para la toma de decisiones para la reducción de Gases Efecto Invernadero en el sector ganadero en el departamento de Córdoba a cargo de Yonathan Méndez busca determinar el balance de carbono, es decir, calcular el ácido que se emite en el sistema ganadero, cuánto se emite y cuánto se absorbe en el sistema. La resta de esos dos es el balance.
“Si el balance te da positivo quiere decir que estás emitiendo más de lo que estás absorbiendo, si te da negativo quiere decir que estás absorbiendo más carbono del que estás emitiendo, y si te da cero sería la condición ideal que sea carbono neutral”, explica Méndez Nobles en diálogo con el portal En Nuestro Campo.
Se tomaron para el estudio fincas con entre 80 y 100 hectáreas en varias subregiones de Córdoba, costanera, medio Sinú y sabana con el fin de tener diferentes ecosistemas.
Comportamiento
De acuerdo con lo expresado por el investigador los sistemas ganaderos estudiados se comportaron de la siguiente manera:
Regenerativo: Es el que mejor se comporta en términos de balance de carbono porque tiene densidad mayor de bosques, trabaja básicamente con lo que nazca ya que hasta la maleza es comida para ellos, pero este necesita de un proceso más largo ya que el ganado tiene que acostumbrarse a comer lo que encuentre, es un ejercicio, mucho más, de pastoreo directo.

Los sistemas regenerativo y rotativo fueron los de mejor comportamiento, pero también el intensivo con sistema silvopastoril es bueno mientras se tenga suficiente cobertura de árboles.
Una dificultad para este sistema es que es escaso en Córdoba, además de que el ganadero, en muchas ocasiones es reacio a cambios en su sistema de producción.
“Los resultados que hemos visto es que es muy positivo, no solo a nivel de emisiones sino también a nivel ambiental, de impacto ambiental. Es un sistema que no utiliza ningún tipo de químicos, ni compuestos nitrogenados para el suelo. En el tema económico también es ventajoso porque se hacen menos gastos”, anota Yonathan Méndez.
Rotativo: Fue el segundo de mejor comportamiento porque también tiene particularidades que como los potreros se rotan, esos pastos cuando no se usan generan absorción, pero muy momentánea porque cuando el ganado llega se lo come y se acaba. El comportamiento se puede ver como una tendencia positiva, pero más allá del sistema depende mucho de la cantidad de animales que tengan por área y el tipo de animal.
“Una finca que solo levante machos de 130-200 kilos es una finca que se va a comportar diferente a una finca que solo tenga vacas, que pueden generar más emisiones porque son animales más grandes, de 400 kilos, que emiten más, comen más y además la cría también come”, precisa el investigador Méndez Nobles.
Intensivo: Es el más bajo de comportamiento, sin embargo, también depende de las condiciones de la finca para el balance. Porque en este sistema se encontró una finca con un buen comportamiento porque tiene un sistema silvopastoril con el que trabaja desde hace 12 años y la cobertura de árboles y la robustez de estos ayudan a que su comportamiento sea bueno.
“En la finca Tequendama en San Carlos, de Alfredo García, encontramos un balance negativo porque está absorbiendo más carbono del que está emitiendo. Esa finca está desde hace muchos años en el sistema silvopastoril con árboles con una edad promedio de 10 a 12 años. La curva de absorción por la masa foliar es importante. Es un sistema intensivo que el productor ha sabido manejar en temas de pasturas y arbustos”, explica el investigador.
Sobre este sistema aclara Yonathan Méndez que se deben tener en cuenta variables como cantidad de cabezas de ganado que se tengan en la finca, tipo de res, si es ternero, macho, hembra porque los factores de emisiones de metano dependen de la edad y peso del animal. También depende el balance de la cobertura boscosa que se tenga en la finca.

El sistema rotativo permite que durante la ausencia de animales el pasto también aporte al ambiente.
Es decir, no hay una regla general para aplicar igual en todas las fincas, cada una tiene su particularidad y con esas particularidades que debe conocer el ganadero es que se trabaja para conocer el balance de carbono.
“El primer paso es conocer en realidad qué es lo que manejamos. Determinar qué emito y qué absorbo, qué tengo que reducir, cerrar ese mecanismo entre lo que generó y lo que absorbo. Evalúo sobre eso que tengo qué puedo hacer, que no me genere impacto negativo en el modelo productivo. Mi trabajo al final va a crear una herramienta de toma de decisiones, incluyendo la información de cada predio puede orientar sobre la toma de decisiones”, afirma Méndez Nobles.
Esta investigación va a aportar a la línea del conocimiento de ganadería sostenible en el país sobre la cual se trabaja para establecer una política pública. Se espera que en febrero salgan publicados los resultados en una revista de amplio reconocimiento a nivel mundial, lo cual sería muy bueno para el departamento de Córdoba por las pocas investigaciones que se han hecho al respecto a pesar de ser una zona netamente ganadera.